“Yo diría que la situación no es muy buena”. Así ha respondido este miércoles el diputado de Política Territorial Verde, Xabier Arruti, a la pregunta lanzada por el representante del PNV Rafael Iribarren en las Juntas Generales de Gipuzkoa sobre el estado de los pastos de Aralar, en lo que supone una crítica soslayada a la gestión que se está efectuando por parte de la mancomunidad de Enirio-Aralar, integrada por 15 municipios de Goierri y Tolosaldea, que actualmente cuenta con mayoría de alcaldías de EH Bildu. 

El diputado del ramo ha lamentado que la comparación de las imágenes aéreas tomadas en 2018 y 2023 muestran el deterioro de 545 hectáreas de pasto en estos cinco años. Ello supone más del 19,3% de la superficie total de pastos, que en este periodo se habrían llenado de maleza, “ensuciado”, mientras que 51 hectáreas habrían experimentado una mejora y las restantes 2.220, que completan el total de 2.816 hectáreas de pastos, estarían en una situación parecida a la de 2018.

Arruti se ha mostrado preocupado por esta tendencia. Se ha referido al programa Goilarre, que articulaba la gestión conjunta de este espacio natural entre la mancomunidad de Enirio-Aralar y la Diputación, y que funcionó “de forma exitosa”, según el PNV, en el periodo 2015-2019. Arruti ha señalado que el programa Goilarre “para nosotros es la espina dorsal para mantener Aralar en buen estado”, y ha advertido que “los pastos de Aralar no se pueden mantener sin ovejas y animales”. 

"Los pastos de Aralar no se pueden mantener sin ovejas y animales"

Xabier Arruti - Diputado de Equilibrio Territorial Verde de Gipuzkoa

De fondo, se encuentra el enfrentamiento abierto entre los gestores de la mancomunidad de Enirio-Aralar (alcaldes de los municipios que integran esta organización), con buena parte de los ganaderos y pastores de la zona, acentuado por la polémica de las pistas diseñadas para mejorar la accesibilidad a estas zonas de pastoreo, a las que EH Bildu se opone.

Arruti ha dicho que el mantenimiento de los pastos se produce de tres formas: en primer lugar, de forma biológica, mediante el ganado, pero para ello, ha indicado, es necesario “mejorar las condiciones” de los pastores y ganaderos, la accesibilidad (en referencia a las pistas) y el acceso al agua; una segunda es la manual, “desbroces” que son menos frecuentes cada vez; y la otra, más peliaguda, y que aún concita “reticencias”, son las quemas o incendios controlados, de los que “habrá que hablar en un futuro”, ha avanzado.

Arruti ha recordado que al estar los pastos de Aralar en un área protegida integrada en la Red Natura 2000, y eso conlleva unos "compromisos de conservación" que atañen directamente a la Diputación foral, por lo que ha abogado por la colaboración interinstitucional. Ha dicho que en ese “extenso listado de hábitats a proteger que incluye la Red Natura 2000, quince están en Aralar, y varios “están relacionados con los pastos”, en donde estamos “fallando”, ha precisado. 

Para hacer una gestión adecuada de este espacio natural, ha subrayado Arruti, “es imprescindible acordar y definir una dinámica con la mancomunidad”.