Una simple cifra se había convertido en el principal escollo que impedía a los vecinos de Usansolo ver cumplido su anhelo de convertirse en municipio independiente. 5.000. Era el número que, según el Estado, debía tener cualquier núcleo de población para considerarse entidad municipal. Apenas 300 habitantes les separaban de ese número maldito, que está a punto de ser eliminado. Tras el acuerdo alcanzado por el PNV para posibilitar la investidura de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno español, el Consejo de Ministros aprobó ayer rebajar a 4.000 ese límite, lo que suprime la última piedra que separa a los usansolotarras de su sueño y allana el camino para constituirse como Ayuntamiento.

Reducido ese número, Usansolo no tiene ya ningún impedimento para inscribirse en el Registro de Entidades Locales y empezar a funcionar ya como municipio independiente, que le fue negado en junio dentro de una estrategia de las instituciones estatales para frenar su desanexión. Y es que, a finales del año pasado, también la Abogacía del Estado la había recurrido. Todo por una cuestión numérica, por no alcanzar esa cifra de los 5.000, al entender que prevalecía la normativa estatal y no la vizcaina, que fija en 2.500 la población mínima para la constitución de municipios.

Este nuevo paso hacia esa anhelada independencia fue recibida, como es de esperar, con una gran alegría en Usansolo. “Llevábamos desde octubre, cuando saltó la noticia del acuerdo, esperando que esto fuera inminente y rápido, pero viendo las fechas en las que estábamos y todo el meneo político que hay en Madrid, pensábamos que íbamos a tener que esperar hasta enero. Nos hemos llevado una sorpresa con el anuncio”, admitía Juan Agustín Aizpurua, presidente de la Comisión Gestora de Usansolo.

Según explica el responsable del germen del futuro Ayuntamiento, esta modificación de la Ley de Bases de Régimen Local tiene que pasar ahora por el Congreso de los Diputados, que debe proceder a su aprobación –también en el Senado–, aunque confía en que sea respaldada por una mayoría suficiente. Y hace también hincapié en la importancia de la disposición transitoria que se incorporará a la normativa y que respetará los procesos ya iniciados con anterioridad, como el de Usansolo, para que no tengan que repetir todos los pasos. “Es algo lógico, lo contrario sería malgastar tiempo y dinero público”, defiende Aizpurua. Una vez aprobada la modificación, se publicará en el Boletín Oficial del Estado en aproximadamente una semana y posteriormente habrá que esperar 20 días para que sea efectiva. Usansolo deberá entonces volver a pedir al Registro de Entidades Locales su inscripción, esta vez sí, sin ningún impedimento, para poder tener entidad jurídica como Gestora “y poder gobernar como cualquier otro Ayuntamiento. Ese trámite será de un mes y ya estaría, porque entiendo que el recurso de la Abogacía también decaerá. Espero que para primavera seamos un municipio con todas las de la ley”.

Fue el 23 de noviembre de 2022, hace algo más de un año, cuando las Juntas Generales reconocían a Usansolo como el municipio 113 de Bizkaia, culminando así una lucha que habían mantenido durante décadas sus vecinos. Pero la negativa de los socialistas, en aquel pleno, a dar por buena la tramitación, hacía ya anticipar lo que estaba por llegar: apenas un mes después, el 30 de diciembre, la Abogacía recurría no solo la segregación sino también la Norma Foral que la amparaba y que difiere radicalmente, en cuanto a número de habitantes, de la Ley de Bases de Régimen Local. Porque ahí está el quid de la cuestión, en qué normativa aplicar, si la vizcaina o la estatal. La Norma Foral fija en 2.500 el mínimo de habitantes que debe tener un núcleo de población para constituirse en independiente, mientras que la española lo fijaba, hasta ahora, en 5.000. Los socialista siempre han mantenido que la Ley estatal prevalece sobre la norma foral, mientras que los nacionalistas, tanto PNV como EH Bildu y también Elkarrekin Bizkaia, alegan que, en tanto que la tutela financiera corresponde a las instituciones competentes vascas, en este caso a la Diputación de Bizkaia, también le corresponde a ella la potestad para regular esta materia.