Los forenses que elaboraron el primer informe de autopsia sobre la muerte de Santi Coca, fallecido tras recibir una paliza en Donostia en 2019, han mantenido este jueves su versión inicial y han sostenido que el origen de la hemorragia cerebral que acabó con la vida del joven fue de "etiología indeterminada".

Estos profesionales, que han declarado durante cerca de hora y media en la quinta jornada del juicio con jurado que se sigue en la Audiencia de Gipuzkoa por estos hechos", han afirmado que no tienen "ningún elemento lo suficientemente determinante" que les permita inclinarse "hacia alguna" de las otras dos hipótesis: que el sangrado tuviera un origen "natural" o "traumático".

Han precisado en este sentido que, si bien el fallecimiento se produjo tras una pelea de la que no se puede "descontextualizar", el cadáver no presentaba "lesiones traumáticas de gravedad ni en la piel ni en los huesos" y existía además una gran "desproporción" con el sangrado lo que les impide optar por una posible etiología traumática para definir su origen.

No obstante, han advertido de que tampoco pueden decantarse por un eventual origen "natural" de la hemorragia, dado que no se ha constado "la existencia de un aneurisma u otra causa" como una eventual malformación vascular en el origen del sangrado.

Sin estadísticas oficiales

A este respecto, han recordado que "no existe" ninguna "estadística oficial objetiva" ni un "estudio científico" con "rigor suficiente" que permita "determinar" la etiología en casos como éste, en el que no se ha encontrado "el punto de sangrado" y además las lesiones externas son "de escasa entidad". "Por ello insistimos en decantarnos por la etiología indeterminada", han recalcado estos profesionales, uno de los cuales ha asegurado que esta situación de indeterminación es la "más compleja que se le puede presentar a un perito".

La comparecencia de estos forenses de la Subdirección de Gipuzkoa del Instituto Vasco de Medicina Legal constituye una de las claves del juicio, a la espera de que este viernes testifiquen unos colegas suyos de la Subdirección de Bizkaia que tiempo después elaboraron un segundo informe de autopsia, donde sí llegaron a concluir que el origen de la hemorragia cerebral que acabó con la vida de Coca tenía un origen traumático y una etiología medico legal homicida.

Preguntados sobre esta segunda opinión de sus colegas vizcaínos, los forenses de Gipuzkoa han recordado que las bases de las que parten ambos informes "son muy similares" si bien los segundos concluyeron que la hemorragia cerebral "fue de origen traumático" "más allá de cualquier duda razonable".

Difícil de definir

Una frase esta última que, en su opinión, es "difícil de definir" porque se corresponde con "una figura jurídica relacionada con la presunción de inocencia". "Desconocemos qué base científica y qué rigor tiene esa afirmación cuando las bases iniciales que recogen en el informe son muy similares a las que venimos refiriendo nosotros", han concluido.

En la jornada de este jueves también han declarado varias facultativas que atendieron a la víctima en el Hospital Donostia. Una de ellas, médico de Urgencias, ha explicado que cuando el menor llegó a este servicio no presentaba lesiones externas, aunque tras practicarle un escáner se descubrió que tenía "una importante hemorragia subaracnoidea" en el interior del cráneo que era "muy extensa", tras lo que informó a la madre del chico y a su hermano de que la situación era "de máxima gravedad" y tenía "un pronóstico muy malo".

Por su parte, otra especialista ha precisado que la hemorragia cerebral hizo que la presión intracraneal "aumentara" y que la situación no evolucionara "bien", algo que constató luego en un segundo examen en el que vio que la "presión en la cabeza empeoraba".

Muerte cerebral

Finalmente, una neuróloga que le practicó un electroencefalograma ha detallado que esta prueba confirmó que el joven se encontraba en situación de "muerte cerebral".

Cinco jóvenes, tres chicos rumanos, uno marroquí y un español, para los que se piden veinte años de cárcel, están siendo juzgados en la Audiencia de Gipuzkoa como responsables de la muerte de Santi Coca, si bien un sexto acusado de origen argelino se encuentra huido de la justicia. La Fiscalía y la acusación particular piden veinte años de cárcel para cada uno de ellos.

Está previsto que el juicio continúe este viernes con las declaraciones de los segundos forenses y de dos peritos de parte.