El Movimiento Feminista de Euskal Herria reivindicó ayer la huelga general feminista del 30 de noviembre convocada en Euskadi porque “también es violencia” la precariedad laboral, las condiciones de trabajo “infames” o la “no valoración de los trabajos de cuidado” que realizan las mujeres.

En una comparecencia en Bilbao para presentar los actos y movilizaciones organizadas para el próximo 25 de noviembre, Día Internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, representantes del movimiento feminista denunciaron que, durante el último año, “los efectos de la violencia machista, al igual que los anteriores, han sido horribles”.

Así, recordaron que “en Euskal Herria han sido asesinadas cuatro mujeres y un niño” y aseguraron estar “enfadadas, furiosas y asqueadas”, al tiempo que enviaron su “apoyo incondicional” a los familiares del niño y las mujeres asesinadas, a quienes indicaron que “siempre” tendrán al movimiento feminista a su lado.

En esa línea, denunciaron que “estos terribles asesinatos son las consecuencias extremas de la violencia machista, que tiene múltiples rostros y que las mujeres, trans y bolleras sufrimos cotidianamente en los lugares de trabajo, en la calle, en la escuela y en nuestras cuadrillas”.

Tras advertir que esta violencia “no es algo que sucede por casualidad”, sino que es “un instrumento imprescindible para el sostenimiento del sistema capitalista, heteropatriarcal y racista”, afirmaron que “se sirven de esta violencia para crear y mantener múltiples desigualdades y opresiones”.

Por ello, exigieron a las instituciones que “asuman la responsabilidad que les corresponde” porque, según consideraron, este tema tiene que ser “una prioridad en las agendas políticas”. “No nos sirven para nada ni las fotos, ni las propuestas o medidas sin recursos”, subrayaron, para mostrarse “hartas” de que “se apropien de las reivindicaciones y propuestas” que se hacen desde el feminismo.