La pandemia, el envejecimiento de la pirámide de edad y la progresiva jubilación de las generaciones del baby boom han situado a los cuidados como uno de los asuntos prioritarios de la agenda política, social e institucional en Euskadi y, por supuesto, de Europa. La pasada semana, el PNV ofreció una rueda de prensa para dar a conocer su posición ante un asunto del que se ocupa Olatz Peon.

Los cuidados han entrado ya en la agenda política e institucional de Euskadi. ¿Hay conciencia de la magnitud del desafío al que nos enfrentamos?

Los cuidados llevan muchos años en primera línea de la agenda política e institucional de EAJ-PNV. Es cierto que la pandemia ha puesto de manifiesto la necesidad de priorizar esta cuestión, y creo que eso ha ayudado a que la preocupación crezca también en la sociedad. Nos ha pillado con los deberes empezados. Nos enfrentamos a un reto de enorme magnitud, somos muy conscientes de ello; por eso creemos que debemos dar ahora el impulso definitivo al nuevo modelo de cuidados, desde un liderazgo público. 

¿Cómo se debe responder desde la política? 

Sin duda, es un proceso que debemos abordar desde una gobernanza colaborativa. Debemos liderar este proceso de transformación desde una responsabilidad y un liderazgo público, en estrechísima relación con toda la sociedad: con las propias personas usuarias, sus familiares, las personas profesionales, expertas, la propia comunidad y el tercer sector social. La sociedad nos lo exige, y así lo estamos haciendo.

¿Qué diagnóstico hace de la situación de los cuidados en Euskadi y en Gipuzkoa?

Los cuidados y las políticas sociales están en plena transición. Venimos de un modelo centrado en los servicios y tenemos que pasar a un modelo que se centre en las personas; en sus necesidades, gustos y demandas. No es baladí, supone un gran reto, pero considero que Euskadi y Gipuzkoa tienen las herramientas, los conocimientos y las capacidades necesarias para lograrlo.

Esta semana el PNV ha defendido un modelo de cuidados “público, transformador, feminista y comunitario”. ¿Podría profundizar en estos cuatro conceptos?

El nuevo modelo de cuidados que defendemos desde EAJ-PNV debe partir desde un enfoque, una responsabilidad y un liderazgo público. Además, debe ser transformador, capaz de producir cambios profundos y saber adaptarse a los nuevos tiempos. Feminista, porque históricamente el peso de los cuidados ha recaído en las mujeres mayoritariamente, y esto hay que revertirlo, desde un feminismo igualitario y comprometido. Y comunitario, porque tenemos la gran suerte de tener una sociedad organizada muy implicada, una comunidad muy activa, con gran experiencia y conocimiento. No contemplamos un escenario que dé la espalda a esa riqueza con la que contamos como país.

“Venimos de un modelo centrado en los servicios y tenemos que pasar a un modelo que se centre en las personas”

¿Está el sistema público vasco preparado para afrontar el problema en toda su dimensión? 

Sí, pero queda mucho recorrido por hacer. Lo cual quiere decir que tenemos que seguir trabajando y anticipando escenarios futuros. Gracias al ingente trabajo de miles de profesionales contamos hoy con el sistema de protección y cuidados que conocemos. Tenemos un sistema social fuerte y sólido, pero la sociedad está cambiando a marchas aceleradas, y la capacidad de transformación y adaptación tenemos que seguir trabajándola.

Los expertos reclaman una respuesta de país. ¿Es posible?

En ello estamos. Esta misma semana el propio lehendakari ha abogado por un pacto de país en torno a los cuidados, en el marco del Congreso sobre los Cuidados organizado por el Gobierno Vasco. Es una cuestión para unir fuerzas y esquivar las confrontaciones. Nosotros y nosotras estamos aquí para seguir construyendo.

El 30 de este mes hay convocada una huelga feminista, precisamente, par poner en el centro del debate la problemática de los cuidados. ¿Desde el PNV, cómo valoran esta convocatoria?

Nosotras ni hemos estado en la convocatoria, ni vamos a participar en la misma. Creo que nuestras instituciones públicas son muy conscientes de la absoluta necesidad de afrontar el reto de los cuidados y que ese reto se debe abordar con perspectiva de género. No creo que la huelga suponga un avance en el tema que nos ocupa.

“Los recursos no son infinitos. Es cuestión de marcar prioridades, y la prioridad del PNV es claramente social”

La carga de los ciudadanos recae sobre la mujer, tanto en el ámbito familiar como profesional. ¿Cómo revertir esta situación en aras a un reparto igualitario de este esfuerzo?

A través de políticas de igualdad de género que se vienen desarrollando y con las cuáles queda todavía mucho recorrido por hacer. Reducir la segregación ocupacional, debe ser una prioridad y sobre todo hacer hincapié en la discriminación de mujeres por origen étnico y racial.

El sector profesional dedicado a los cuidados se caracteriza por estar precarizado. 

Indudablemente, hay que dignificar la labor del cuidado y visibilizar la importancia del mismo en el ciclo vital de todas las personas. Y cuando hablo de dignificación no hablo exclusivamente de reivindicaciones laborales, sino de una visión de toda la comunidad de lo necesario e imprescindible que son los cuidados en el ciclo vital de todas las personas, poniendo especial atención en la carga emocional del trabajo.

Se habla de que el gasto social a futuro se puede duplicar. ¿Cómo afrontar este nivel de gasto? 

Nos preocupa la sostenibilidad futura del sistema, porque los recursos no son infinitos. Si vemos la evolución de los últimos años, el presupuesto social de la Diputación Foral de Gipuzkoa por ejemplo, ha crecido un 53,7% en ocho años. Es cuestión de marcar prioridades, y la del PNV es claramente social.