El varón acusado de ser el autor material en enero de 2022 de la muerte de otro hombre que fue hallado con el cuello cortado en el monte Andatza de Usurbil ha admitido este lunes haber acabado con la vida de la víctima, que murió desangrada y no fue descubierta hasta un mes más tarde por un senderista.

"Reconozco todos y cada uno de los hechos. Nadie me está obligando a hacerlo, lo hago con absoluta libertad", ha respondido este hombre a preguntas de la fiscal, a la que también ha admitido que era consumidor habitual de droga. Al ser interrogado por su abogado, también ha dicho que actuó movido por una reacción "impulsiva y descontrolada" y pensando que la víctima se la iba "a jugar" con la Policía.

Crimen por celos

El crimen, según la Fiscalía, estuvo motivado por los celos ya que, tras haber salido de la cárcel, el fallecido se habría insinuado en varias ocasiones a la novia del inculpado, con la que tiempo atrás él mismo había mantenido una relación sentimental, y que ahora está acusada como cómplice en este juicio.

Tras una pelea ocurrida el 24 de enero entre ambos hombres en una vivienda de Hernani, el procesado con la ayuda de su novia maniató a la víctima y, tras ordenar a la tercera acusada con la que la pareja convivía en el domicilio que limpiara la sangre del suelo, trasladó al perjudicado en una furgoneta al monte Andatza donde presuntamente acabó con su vida.

La segunda jornada del juicio con jurado que se está celebrando por estos hechos en la Audiencia de Gipuzkoa ha estado marcada por esta confesión del principal acusado, a la que también se han sumado posteriormente la de las dos mujeres encausadas.

Sintió "muchísimo miedo"

En concreto, la novia del imputado ha afirmado que le ayudó porque sintió "muchísimo miedo" e incluso porque temió por su propia vida, ya que tenía una orden de alejamiento de él. Esta mujer ha recordado también que estaba "enganchadísima" a las drogas y que ella pensó que el acusado había dejado a la víctima "desorientada" en el monte.

La sala Segunda de la Audiencia de Gipuzkoa donde se está celebrando el juicio por el asesinato de Andatza Arnaitz Rubio

Por su parte, la otra procesada ha aclarado que ella se limitó a limpiar la sangre que había quedado en el suelo de la terraza del piso de Hernani donde tuvo lugar la pelea entre los dos hombres, pero ha detallado que lo hizo por el "miedo" que sintió cuando el acusado le dijo que si no limpiaba la iba a hacer "cómplice de lo sucedido".

Conformidad con la Fiscalía

La admisión de los hechos por parte de los tres acusados en esta segunda sesión del juicio responde al hecho de que las defensas de los tres procesados han mostrado previamente su conformidad con las peticiones de condena que la Fiscalía ha hecho para todos ellos.

El Ministerio Público ha reclamado 15 años de cárcel para el varón acusado de asesinato, tres años para su novia como cómplice y dos para la tercera mujer en calidad de encubridora, tras aplicarles, según los casos, las atenuantes de drogadicción y de haber actuado bajo un miedo insuperable.

A diferencia de otros juicios en los que las conformidades de las partes pueden transformarse automáticamente en sentencias firmes, en esta oportunidad no ha sido posible ya que la Ley lo impide cuando las penas solicitadas son superiores a los seis años de prisión.

Practicar las pruebas necesarias

Este obstáculo legal ha obligado por lo tanto a seguir adelante este lunes con la vista oral durante la que, según ha explicado el magistrado presidente del tribunal, deberán practicarse todas las pruebas necesarias para, en su caso, probar tanto los hechos que puedan perjudicar a los inculpados como los que les puedan beneficiar para una eventual aplicación de las atenuantes correspondientes.

El magistrado ha explicado además al jurado que, aunque las partes se han mostrado conformes con las penas solicitadas por la Fiscalía, todas ellas deberán ser probadas durante el juicio por lo que la tarea del jurado continuará siendo la misma.

El juicio seguirá este martes con la declaración de varios testigos.