El gran descubrimiento de este científico alemán (Sroda Wielkopolska, Polonia, 1943) en el campo de la electricidad se utiliza actualmente en todo el mundo para realizar mediciones de alta precisión y ha abierto la vía a nuevas aplicaciones y a la comprensión a nivel microscópico de dispositivos nanoeléctricos. Es una eminencia, cuya figura inspira hoy a decenas de expertos mundiales y jóvenes científicos como los que han participado en el workshop organizado los días 17 y 18 de julio por el Donostia International Physics Center (DIPC) en el marco de los Cursos de Verano de la UPV/EHU para debatir sobre física cuántica y materiales de dos dimensiones (2D).
¿Qué se podría haber hecho con nanomateriales del grosor de un átomo, como hay hoy, cuando usted tuvo que trabajar con lo que pudo. Qué piensa del momento en el que estamos y qué nos permite este nivel de progreso?
–Bueno, los materiales 2D ya existían entonces. Todos los dispositivos microelectrónicos desde el transistor, como los ordenadores y los teléfonos móviles, tienen materiales con propiedades especiales. Yo hice mis descubrimientos en dispositivos comerciales que eran utilizados en microelectrónica.
En toda su trayectoria como científico, ¿qué es lo que más le ha sorprendido? ¿Cree que vivimos en un momento de ebullición científica hoy o también lo era en los 80?
–Todo lo que vemos está construido con átomos; los átomos en nuestra vida diaria son la partícula más pequeña que puedes encontrar y si combinas átomos, obtienes colores, materiales, etcétera. Todo está construido a base de cientos de piezas atómicas de Lego, y lo que vemos en la naturaleza es posible reducirlo a escala atómica y controlarlo. Yo dispuse de técnicas para verlos y construir materiales y mi vida estaba dirigida a ello.
¿Le habría gustado haber nacido antes y vivir este momento científico actual en su juventud?
–Yo diría que viví la mejor época, porque nací en 1943, al final de la Segunda Guerra Mundial y siempre reparé en el lado positivo de las cosas. He disfrutado del mejor tiempo que se haya podido vivir, sin disturbios en Europa y me siento un ciudadano europeo, porque los alemanes no promovieron mucho la nacionalidad en esa época y me formé en una atmósfera europea y viví los descubrimientos europeos con esperanza. Fue la mejor época para los descubrimientos científicos.
¿Sería capaz de ponerle un adjetivo al tiempo que vivimos?
–Tenemos algunos problemas. Si tomamos como referencia el tiempo de vida de una persona y 100 años podría ser un tiempo natural coincidente, vemos que hoy en día tenemos desarrollos que son más rápidos que el tiempo humano; tenemos cambios en cambio climático que son más rápidos incluso que la vida humana; cambios tecnológicos que son más rápidos, así que temo que surja cierta tensión entre generaciones y los más mayores sientan que no pueden seguir los nuevos desarrollos. Por lo tanto, debemos tratar de mantener a todos al día con los nuevos desarrollos. La rapidez de estos desarrollos genera algunos problemas que debemos resolver en el futuro y no sé cómo. Normalmente, el calentamiento global no es un problema si se produce en un millón de años, pero si se produce en 100, es un problema; y por tanto, veo que tenemos que pensar en nuestro futuro.
“Hay que estar alerta sobre los aspectos negativos de todo descubrimiento, incluida la IA, pero deberíamos poner el foco en los positivos”
¿Qué podemos esperar de los materiales en 2D y para cuándo?
–Los materiales 2D son útiles en cualquier lado; si utilizas un compact disc, un LED, todo está relacionado con los semiconductores físicos; probablemente, los materiales de dos dimensiones serán muy importantes, pero se necesita mucho tiempo para transformar ese conocimiento en aplicaciones. Mi descubrimiento en 1985 fue inesperado y tuve la libertad de ir en otra dirección; todos esperan promesas, pero no sabemos qué puede deparar un descubrimiento; tenemos tantos resultados inesperados que deberíamos tener cierta libertad para buscar las preguntas más importantes y no pensar para qué puede ser importante en el futuro. Yo estoy luchando un poco por la libertad de la ciencia básica para atender a problemas realmente innovadores y nuevos desarrollos. Y estoy seguro de que tendremos sorpresas de este sistema de dos dimensiones.
¿Sabemos qué propiedades podemos esperar de esos nuevos materiales y aspirar a optimizarlos o realmente podemos descubrir nuevas e inesperadas propiedades?
–Los sistemas 2D son buenos para optimizar materiales. Pero, por ejemplo, el grafeno es un material muy bueno para comprender la nueva física, para dar nuevas ideas de aplicación: para trasplantes, pantallas… Los sistemas 2D suponen son un campo nuevo y pueden crear nuevos descubrimientos médicos.
¿Hay algo que le dé miedo entre tanto desarrollo tecnológico? ¿Quizá la Inteligencia Artificial?
–Si miras al pasado, todos los cambios han generado miedos: el tren, el coche…, todo. Siempre deberíamos estar alerta sobre los aspectos negativos de todos los descubrimientos, pero deberíamos poner el foco en los positivos, porque pueden conducirnos a nuevos descubrimientos y desarrollos en beneficio de los seres humanos. Deberíamos ver que tenemos una oportunidad y quedarnos con eso. Siempre deberíamos preocuparnos de que los aspectos negativos no crezcan y se descontrolen, pero yo soy positivo y me fijo en el potencial de los nuevos desarrollos. Soy optimista.
¿Qué podemos esperar los donostiarras del ordenador de IBM y qué me dice de esta fiebre que nos ha dado por lo cuántico?
–Soy escéptico acerca de la aplicación rápida de la computación cuántica para nuestra vida diaria. La actual computadora de silicio será todavía el principal instrumento para la computación. La cuántica tiene algunas posibilidades adicionales, pero creo que llevará unos 10 años más para que realmente en nuestra vida diaria tenga algún éxito; y me temo que muchos esperan demasiado en la escala de tiempo a corto plazo. A menudo se dice que no debemos esperar aplicaciones demasiado rápidas; así que ésta es una nueva área fantástica, pero siempre hay cierto peligro de que nos decepcione porque no veamos los resultados pronto.
El ordenador cuántico es una inversión a largo; el riesgo es que a los cinco años te sientas decepcionado, porque no ves su aplicación en la vida diaria”
¿Cree que puede dar beneficios locales tener una máquina así?
–Sí. Para la comunidad científica es muy importante. Servirá para agilizar los conocimientos científicos sobre aplicaciones, pero no cambiará nuestra vida diaria en los próximos cinco años. Pero también otros lo están haciendo: en Japón y en Alemania también compran computadoras IBM. El riesgo es que después de cinco años te sientas decepcionado, porque no ha tenido aplicación en la vida diaria. Esta es una inversión a largo plazo.
Algunos colegas científicos suelen decir que las grandes ideas surgen de los encuentros en los coffe breaks, más que en sesudas sesiones delante del ordenador en solitario. ¿Comparte esto?
–Sí, absolutamente. Es muy importante reunir a gente proveniente de distintas áreas de conocimiento, lo que llamamos interdisciplinariedad. Por ejemplo, Donostia es conocida como un punto de encuentro en el que los científicos se reúnen para interactuar entre sí. No me gustan las reuniones vía zoom, porque limitan esa interacción personal. Posiblemente, puedo decir que todas mis cooperaciones son exitosas, porque las hice por la noche con un vaso de cerveza o una copa de vino y suelo reunir a diferentes personas de diferentes disciplinas para averiguar qué quieren resolver para el futuro. Esta interacción es la mejor transferencia de conocimiento. Hoy tenemos tantos problemas globales que solo la cooperación internacional puede resolverlos.
“Hoy en día tenemos tantos problemas globales que solo la cooperación internacional e interdisciplinar puede resolverlos”
Hoy tiene usted 80 años. ¿Se siente aún un científico de primera línea o más una figura inspiradora para el resto de científicos?
–Lo importante es generar una atmósfera en la que la generación joven puede ser creativa y tener cierta libertad para hacer buenas investigaciones científicas y ser crítico. Yo soy conocido como una persona muy crítica. Las preguntas importantes que se resolverán en el futuro pasan por generar una atmósfera para desarrollar la creatividad, esta es mi posición; pero por otro lado, también soy responsable de que el público en general sea consciente de los problemas a largo plazo que tenemos. Se habla mucho sobre cambio climático. Pero el dinero no puede resolver todos los problemas a corto plazo; estamos bajo presión para cambiar nuestro comportamiento dentro de los próximos 10 años; también tenemos algunos problemas con los que muchos políticos no se centran porque miran solo a los próximos cinco años.
La última: ¿Hay que ser creativo para ser un buen científico?
–Sí, y esto significa que también necesitas libertad. Para ser un buen científico es necesaria la creatividad y libertad. Hay que dar libertad a los científicos que están haciendo una ciencia excelente.