La Inteligencia Artificial se he introducido de lleno en nuestra vida hasta niveles de los que no somos conscientes y es una herramienta indispensable ya en ámbitos sanitarios, empresariales y de logística. Hablamos con Borja Calvo, doctor en ingeniería informática y responsable de Inteligencia Artificial de la Facultad de Informática de la UPV/EHU en Donostia.  

La IA está de moda y “lo inunda casi todo”. Calvo asegura que hace muchos años ya había gente trabajando en esta facultad sobre Inteligencia Artificial. “En análisis de datos está el grupo Ixa, que se dio a conocer en el ámbito del euskera. El corrector Xuxen y los traductores automáticos también han conseguido grandes avances. Se empezó a trabajar en estas cosas hace años, lo que ha pasado ahora es que los nuevos recursos computacionales han permitido desarrollar nuevas herramientas”, asegura.  

Alexa y otros asistentes similares están ahí desde hace tiempo. “No los considerábamos IA, pero lo son y aún se van a desarrollar mucho”, en opinión de Calvo: “Van a entrar a ayudar en trabajos específicos, pero no tengo tan claro lo de la integración de sistemas. En robótica se verán todavía grandes desarrollos. En el mundo virtual y alrededor del metaverso también es posible desarrollar cosas. No creo en la burbuja que se ha creado alrededor del metaverso, pero la realidad virtual y aumentada es una cuestión que está ahí desde hace tiempo y se emplea en las empresas”.  

Borja Calvo

Borja Calvo

Inicialmente la IA era “prácticamente una cuestión académica”, pero sus aplicaciones concretas ahora mismo son múltiples, según explica Calvo: “En Medicina, nuestro grupo trabajó hace años aplicando métodos de IA para detectar la esclerosis múltiple. También hemos trabajado con Biocruces y otras empresas del ámbito de las biociencias. Ahí, normalmente se buscan sistemas de diagnóstico”, pero también la industria ha realizado una importante evolución.  

Las empresas pioneras comenzaron hace mucho a integrar estos sistemas en sus procesos, pero otras muchas fueron incorporándose “hace ya unos 15 o 10 años en Euskal Herria”, según Calvo. “La industria 4.0 está ligada a esto”. Hablamos de “sensores que recogen mucha información, pero no se recoge por recoger, sino para hacer Data Science a través de Inteligencia Artificial”. 

Por ejemplo, una pieza puede provocar un “gran estropicio cuando se rompe en una máquina. Antes se hacía mantenimiento preventivo para evitar esto. Consistía en cambiarla cada equis tiempo, antes de que dé problemas. Pero con los datos, el objetivo es llegar al mantenimiento predictivo. Un sistema de IA te dice con un alto grado de probabilidad este sistema o pieza se va a romper en las próximas horas”, explica el vicedecano de Informática.  

“En cualquier lugar que se recojan datos, se puede aplicar la Inteligencia Artificial”

Borja Calvo - Doctor en Informática de la UPV/EHU y experto en IA

La IA tiene muchas aplicaciones. En logística, en sistemas de movilidad, traductores vinculados al euskera, etcétera. El equipo de Calvo ha trabajado también con el Basque Center for Applied Mathematics en un proyecto para optimizar la distribución de las ambulancias y determinar su mejor ubicación tras un servicio.

Predicción de lesiones

Menos movimiento ve en el deporte. O más secretismo al menos. En el fútbol, por ejemplo… “La clave es que en cualquier lugar que se recojan datos se puede aplicar la IA, y en el fútbol hoy en día se utilizan tanto cámaras como GPS, y lo más simple es enseñar estadísticas, pero detrás se esconde mucho más”, afirma.  

Uno de los aspectos de mayor interés y no resuelto aún, es “la predicción de lesiones. Que tu sistema de IA te diga que si juega el partido de mañana tiene altas probabilidades de lesionarse. Y si es una final o no, tú verás si arriesgar”. También la Policía “desarrolla sistemas para detectar y chequear situaciones de riesgo y delitos en redes sociales”.

¿Pero qué podemos ver de aquí a cinco años? “ChatGPT ha sido un salto grande desde el punto de vista de la investigación. Es un sistema generativo y eso sí va a cambiar muchas formas de trabajar, cada vez más. Tenemos que aprender a utilizar estos sistemas; no podemos prohibirlos, pero sí regularlos”, reconoce este investigador de la UPV/EHU. 

En investigación, por ejemplo, pueden ayudar a seleccionar documentación para elaborar artículos o reescribir textos para mejorarlos sin suplantar el trabajo de las personas. “Los diseñadores dicen que ha sido una gran ventaja, porque puedes generar un montón de ejemplos y les da un punto de partida para elegir”. Inteligencia Artificial para “agilizar el proceso” es la clave para Calvo: “Se les conoce como sistemas de apoyo a la decisión. El sistema nos da información, pero la decisión es nuestra”.