Síguenos en redes sociales:

El nuevo decreto de artesanía renueva el censo de artesanos y diferencia entre arte y manualidades

El sector potenciará el uso de la marca Gipuzkoako eskulangintza como sello de “artesanía de kilómetro 0”

El nuevo decreto de artesanía renueva el censo de artesanos y diferencia entre arte y manualidadesRuben Plaza

El sector de artesanía en Gipuzkoa contará con un nuevo registro general que “profesionalizará” al colectivo al diferenciar entre arte y manualidades. Así lo recoge el Decreto Foral 4/2023, con el que, además, se podrá renovar el censo de artesanos del territorio, algo que no se había hecho desde hace casi dos décadas, y que buscará potenciar la marca Gipuzkoako eskulangintza con un logotipo que permita reconocer a los clientes “la artesanía de kilómetro 0”. 

Desde hace un tiempo, las asociaciones de artesanía guipuzcoanas solicitaban una “necesaria” actualización del Registro General de Artesanía de Gipuzkoa, algo que llevaba casi 20 años sin hacerse. “Está obsoleto. Aparece gente que está jubilada o que no se dedica completamente a la artesanía”, explica Marian Cancio, de Lur Kolektiboa, uno de los organismos que han participado en la elaboración de la nueva normativa.

Así, el último decreto profundiza en el concepto de artesanía al diferenciar entre arte y manualidades y prioriza “de forma clara a aquellas personas y talleres que hacen de la artesanía su principal actividad económica”, explican desde la Diputación. “Hasta ahora, con enviar dos fotografías te incluían en el registro. No se llevaba a cabo ninguna comprobación”, apunta Cancio.

Esta situación dejará de darse al incorporarse visitas in situ a los talleres que confirmen que su actividad principal es la artesanía y que el producto que se trata es realmente artesano. Este control, además, lo llevarán a cabo especialistas en cada materia, quienes asegurarán que el trabajo es profesional y no una afición. Las personas que ya forman parte del anterior registro no son ajenos a este punto, por lo que, para volver a registrarse, también deberán autentificar su actividad a través de los expertos.

“Siempre es positivo que desde las administraciones se quiera renovar el registro, pero, sobre todo, lo importante es que se quiera hacer bien”, observan desde Lur Kolektiboa, al tiempo de que son conscientes de que en determinados artes es “complicado” dar con profesionales especialistas en la materia.

Un label de producto artesanal

Desde que en 1997 se creara el primero Registro General de Artesanía en el territorio, se han llevado a cabo cuatro decretos forales. El último, hasta ahora, era de 2005. No obstante, desde entonces, el sector ha evolucionado, se ha ido integrando el patrimonio cultural y se ha potenciado el desarrollo sostenible.

Teniendo en cuenta todo ello, la nueva normativa ha profundizado en aspectos que, aunque ya existían, no se habían terminado de potenciar. El ejemplo más claro de ello es el uso de la marca Gipuzkoako eskulangintza, un distintivo establecido por el Departamento de Promoción Económica, Turismo y Medio Rural, cuyo uso ha sido muy puntual y minoritario. “Al igual que los baserritarras tienen su logotipo como sello de calidad, estaría bien que los clientes pudieran saber que lo que están comprando es artesanía de kilómetro 0”, apunta Cancio. 

De igual manera se expresan desde el ente foral, señalando que el distintivo “va a ser un elemento clave para contribuir a una mayor y mejor valorización social del producto artesano”. “Su uso debe entenderse como un label de producto artesano real y de calidad del producto”, añaden.

Junto a este sello, el decreto busca también impulsar el Consejo Guipuzcoano de la Artesanía, un órgano de comunicación entre el sector artesanal del territorio y la Diputación formado por representantes de las asociaciones y agrupaciones profesionales y artesanales. “Se trata de institucionalizar la representatividad del sector y fomentar el asociacionismo”, añaden desde la Diputación.

A partir de este Consejo, se podrán aportar medidas y consideraciones que el propio sector tenga y desarrollar, de este modo, actuaciones que busquen potenciar un mercado que parece lastimado desde la pandemia. “Con el coronavirus mucha gente lo ha dejado. El sector no ha terminado de levantar cabeza”, explica Cancio sobre una actividad que ha tenido que luchar durante años contra “una competencia desleal” al no estar, hasta ahora, profesionalizada.