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El 60% de los adultos admite que no verifica nunca la información que le llega por redes sociales

El uso y el interés por las nuevas tecnologías sigue al alza, pero nos sentimos menos hábiles en su manejo tras la pandemia

El 60% de los adultos admite que no verifica nunca la información que le llega por redes sociales

Las tecnologías digitales tienen un impacto evidente en nuestra vida cotidiana y una encuesta elaborada por el Gabinete de Prospección Sociológica del Gobierno Vasco en un trabajo de campo elaborado entre los días 13 y 18 de marzo ha arrojado resultados interesantes. En primer lugar, un 76% de la población adulta de Euskadi considera que en los próximos diez años todos este nuevo estilo de vida, modificará mucho o bastante nuestro día a día. Ya lo ha hecho, porque un 83% de la población usa Internet a diario; y un 60% de la población reconoce que no verifica nunca la información que le llega por las redes sociales, aunque las consume asiduamente. Sin embargo, desde la pandemia aumenta el escepticismo sobre la capacidad que tendrán estas herramientas tecnológicas para mejorar nuestras vidas y nos sentimos menos hábiles que hace tres años en el manejo de todas ellas.

Los avances científicos y el desarrollo tecnológico muestran un interés creciente en la población vasca. Ya casi nadie es ajeno a las nuevas tecnologías. Un 42% de la población adulta asegura tener hoy mucho interés en estas nuevas tecnologías, mientras que en 2020 era solo un 33%. La inteligencia artificial, el Internet de las cosas, los vehículos autónomos, los drones, la teleasistencia y las viviendas inteligentes aumentan su círculo de influencia y un 23% de la gente reconoce hoy estar muy interesada en estos temas frente al 17% de 2020. Sin embargo, un 58% de los vascos asegura estar poco informado o nada sobres estos mismos temas.

El 83% de los vascos reconoce utilizar Internet a diario, frente al 63% de hace doce años; un 76% se conecta mediante el móvil

Más allá de nuestro interés, conocimiento y las expectativas, la mayoría considera que todos estos avances tendrán un efecto positivo en la economía, la sociedad y nuestra calidad de vida. Un 67% lo cree así y un 22% piensa que nos irá peor. Eso sí, aumenta el escepticismo sobre las ventajas de las nuevas tecnologías a nuestra economía, sociedad y especialmente en nuestra calidad de vida futura y son las mujeres quienes más desconfían. En total, un 67% de la población vasca pensaba que las nuevas tecnologías mejorarían nuestra calidad de vida en el futuro y hoy solo un 59% lo ve así.

Además, el porcentaje de gente que siente tener bastante destreza en el manejo de tecnologías digitales cae del 54% al 50% en tres años. Quizá por la velocidad de los avances. Y en el uso de los servicios públicos nuestra confianza disminuye aún más. Y solo un 42% se siente solvente frente al 48% en 2020. El 55% abiertamente se siente superado y entre los mayores de 65 años, solo un 26% se siente capaz.

Frecuencia del uso de Internet

Las cifras de uso de Internet van a más, por otra parte. Actualmente, un 83% de la población adulta vasca reconoce que navega en la red a diario y un 5% de forma esporádica; solo un 10% no lo usa nunca. La evolución es clara. En 2011 era un 63% de la población el que usaba Internet todos los días. Este grado de uso está ligeramente por encima de la media de la Unión Europea, mientras que en Países Bajos, el 98% de la población usa Internet a diario, en Suecia el 96% y en Dinamarca el 95%. A la zaga se queda Rumania, con un 71%.

Un 53% se dejaría operar por un robot en el futuro, pero solo el 36% admitiría sus cuidados de mayor o al enfermar. Las mujeres, aún menos (27%)

Nos conectamos con el móvil principalmente. Eso ya no admite discusión. E 76% lo hace por esta vía cuando tres años ante era el 66%. El 74% de la población adulta reconoce que hace gestiones bancarias por Internet frente al 72% en 2020 y el 38% en 2011.

Internet lo abarca todo. Aún y todo, un 58% afirma que nunca o casi nunca comparte fotos, vídeos o información personal por la red. Sin embargo, un 68% de la población tiene mucha o bastante preocupación a la posibilidad de ser víctima de un delito en Internet; y un 32% teme ser víctima de ciberacoso, aunque un 46% de los usuarios reconocen abiertamente que no utiliza ningún tipo de protección ante ello.

El uso de las redes sociales tampoco se ha disparado, como se podía esperar. De hecho, un 72% cree que estas no cuidan adecuadamente nuestros datos personales. Sin embargo, el 64% de los adultos vascos que usan internet las utilizan, aunque solo un 37% lo hace de forma habitual, cuando eran el 41% ya en 2014.

Aumenta el escepticismo de los vascos sobre las ventajas de las nuevas tecnologías en nuestra calidad de vida futura

Cuando nos llega alguna información por las redes sociales, aunque solo un 6% afirma confiar en la propia red social que utiliza, confiamos en esa información en función de si nos lo envía una persona de nuestra confianza o no. Para un 31% de la población este es el principal criterio, por encima de que el remitente sea una persona bien documentada. Por el contrario, el hecho de que la noticia salga en otros medios solo es importante para un 24% a la hora de dar validez a la información recibida

El dato más inquietante es que seis de cada diez personas reconocen abiertamente que no verifican nunca por otros canales la información que les llega a través de las redes sociales. Solo el 10% lo hace habitualmente y un 30% esporádicamente.

Robótica e Inteligencia Artificial

Pero que la vida nos ha cambiado es ya un hecho. La mitad de la población reconoce ya haber usado la robótica en su vida. Un 38% la ha utilizado en tareas domésticas y el resto en el trabajo. Y siete de cada diez han oído hablar de la Inteligencia Artificial (67%).

Creemos mayoritariamente que los robots son necesarios porque pueden hacer trabajos que serían muy duros y peligrosos para las personas. Así lo piensa un 80% de la población encuestada, un millar de personas mayores de edad de los tres territorios de Euskadi (256 en Araba; 459 en Bizkaia y 331 en Gipuzkoa). Por otra parte, el 70% cree que también nos ayudarán a realizar las tareas domésticas. Por el contrario, el 66% cree que la Inteligencia Artificial y los robots harán desaparecer puestos de trabajo, aunque le teníamos algo más de miedo a esto en 2020 (68%)

Por otra parte, el recelo asoma cuando ponemos nuestra salud o integridad en manos de las máquinas. Un 53% de la población afirma que aceptaría ser operado por un robot en el futuro; pero solo un 43% se atrevería a viajar en un vehículo autónomo, sin conductor, y aún menos, un 36%, admitiría ser cuidado por un robot cuando enferme o sea mayor. En todas estas facetas, los hombres somos más confiados que las mujeres. Por ejemplo, casi la mitad de los hombres (46%) aceptaría recibir cuidados de un robot cuando sea mayor o esté enfermo, frente al exiguo 27% de las mujeres.