La Iglesia de Bizkaia ha celebrado este viernes un acto religioso específico para reconocer, apoyar y pedir perdón a las víctimas de abusadores que "han sido de los nuestros -ha dicho el obispo-". Aunque el Obispo de Gasteiz ya hizo referencia al escabroso tema de los abusos en su mensaje navideño, el de Donostia también lo ha condenado en varias homilías y el de Iruñea ha asegurado que todavía faltan pasos por dar, este ha sido el primer acto de este tipo que se organiza en el Estado.

La oración conjunta en la catedral de Bilbao ha estado presidida por el obispo, Joseba Segura, y concelebrada por el presbítero Josu López Villalba, un sacerdote ya jubilado que sufrió abusos en el Seminario de Derio en 1954.

"Reconocemos que entre nosotros ha habido abusadores, que ellos también forman parte de nuestra historia, de lo que hemos sido, de lo que hemos hecho. No definen todo lo que hemos sido, más bien reflejan lo contrario de lo que hemos querido ser y hacer", ha dicho el obispo.

"Han sido de los nuestros, y así lo reconocemos" porque, según ha dicho después, "solo asumiendo toda nuestra historia, la buena y la mala, podremos ser testigos de la verdad plena. Solo así seremos capaces, cuando las víctimas nos lo permitáis, de decir que hemos aprendido y que nunca más será posible que ningún abuso detestable se pueda producir en el seno de la comunidad cristiana o en alguna de sus obras. Que Dios nos ayude a conseguirlo", ha deseado.

El obispo ha declarado que "el dolor de las víctimas, sus daños psicológicos, pueden empezar a sanar si conocemos los responsables directos de su dolor, si somos capaces de ofrecer espacios seguros para escucharlas, para acompañarlas, para defenderlas si fuera necesario".

El prelado ha considerado que este reconocimiento "no quiere cerrar nada" pero "esta petición de perdón es necesaria porque algunas víctimas la habéis solicitado, pero no es suficiente".

Por ello, se ha comprometido a mantener abiertos los canales de comunicación, también el suyo personal, para otras víctimas que hasta ahora no han contactado con el Obispado.

Durante el acto, seis víctimas han colocado velas encendidas en el altar de la catedral mientras se leían testimonios de sus relatos a la comisión del Obispado que ha tratado estos casos.

En esas declaraciones han dejado clara la humillación que han vivido y el sentimiento de culpa que albergaron pese a ser ellos las víctimas.

Una de ellos, que sufrió abusos del director de un internado religioso de Bilbao, ha leído su propio testimonio y ha asegurado que "hay pecados que no se pueden perdonar" y que espera encontrarse a su abusador en la otra vida para preguntarle "por qué tanta maldad con niños desvalidos" y "por qué, si eres pederasta, te metiste a sacerdote y a manchar el buen nombre de la Iglesia y su Dios y romper las vidas inocentes de niños -ha añadido-".

A continuación, en una de capillas de la catedral, el obispo ha bendecido el olivo y la placa que recordará a las víctimas de abusos sexuales en la Iglesia vizcaína.

La placa, que se colocará en el claustro de la catedral, tiene la inscripción "En memoria de todas las personas víctimas de abusos sexuales en nuestra Iglesia" y la cita bíblica (Mateo 25,40) "Lo que a uno de estos pequeños le hicisteis, a mí me lo hicisteis".

El olivo, uno de los árboles más simbólicos para el cristianismo, se plantará en el Bosque de la Concordia del Seminario de Derio de la diócesis, uno de los centros religiosos de Bizkaia donde más abusos se produjeron en las décadas de los años 50, 60 y 70 del pasado siglo.

La Comisión de Prevención de Abusos de la Diócesis de Bilbao Comisión ha abierto 55 expedientes de agresiones a menores desde que se puso en marcha en 2019, que afectan a 15 religiosos, de los que 14 ya han fallecido.

Además, el servicio Lagungo (compañía, ayuda) de la diócesis de Bilbao ha atendido a 13 víctimas de abusos, de las que 8 han seguido un tratamiento, 2 están en valoración y 3 son de otras diócesis.

Antes del acto Juan Cuatrecasas, padre en un joven vizcaíno que sufrió abusos en el colegio Gaztelueta del Opus, ha declarado a la prensa que la iniciativa es un "gesto positivo pero queda más trabajo por hacer. Pedir perdón es un hecho positivo pero hay que cerrar el círculo con el reconocimiento, la reparación y el acompañamiento".

En su opinión, la Iglesia vizcaína "va por buen camino a diferencia del resto diócesis, negacionistas o que se quedan a medio camino".