Donostia – Euskadi es la comunidad autónoma con la cifra más baja de pobreza severa del Estado, 88.679 personas, un 4% de la población, mientras que la media estatal se eleva hasta el 10,2% y afecta a 4,8 millones de ciudadanos.

Sin embargo, la CAV no es ajena al incremento general de la cifra de personas que tienen que sobrevivir con apenas 530 euros al mes debido a la crisis del covid-19.

Es la radiografía que se extrae del Mapa de la pobreza severa en España correspondiente a 2021, que ha hecho público la Red Europea de Lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social en el Estado Español (EAPN-ES), y que, por primera vez, refleja el efecto del covid en las tasas de esta pobreza.

La crisis sanitaria del covid-19 se ha traducido en un aumento general de las tasas de pobreza en el Estado, por lo que, según el informe, en 2021 se han contabilizado 317.000 personas más en pobreza severa que el año anterior, lo que supone una subida de siete décimas.

Esto significa que un total de 4,8 millones de personas en el Estado viven en situación de pobreza severa, y muchas de ellas tiene un nivel educativo medio o alto, trabajo y vivienda, pero se ven en la obligación de escoger entre sus necesidades indispensables.

Así, por comunidades, las cifras más bajas corresponden a Euskadi, con un 4%, seguido de Nafarroa (5,9%) y Cantabria (6%). Y es que en términos de vulnerabilidad extrema, sigue siendo importante el lugar de residencia.

En el otro extremo se sitúan Canarias, Andalucía y Extremadura con porcentajes que oscilan entre el 12,5% y el 16,8% del total de su población. En valores absolutos, los valores más elevados corresponden a las comunidades con mayor población: Andalucía, que agrupa a más de 1,3 millones de personas en pobreza severa, seguido por la Comunidad Valenciana y Catalunya, con cifras que rondan en torno a las 550.000. Estas diferencias territoriales son persistentes en el tiempo y año a año las mismas regiones, con ligeras variaciones, ocupan los primeros y los últimos puestos.

Además, según se extrae del informe, solo Euskadi y Nafarroa cubren a todas las personas en pobreza severa y, también, a algunas personas en riesgo de pobreza.

De esa forma, comparando con los datos prepandemia, solo seis territorios han incrementado su porcentaje de cobertura, estando la CAV en cabeza, que ha pasado del 104,7% al 147,6%. Por el contrario, en otras comunidades como Aragón ha disminuido la cobertura ya que ha perdido 16,5 puntos en el último año.

Si se ponen en relación estas cifras con las personas en pobreza severa, se obtiene que el IMV tiene un porcentaje de cobertura del 19,5%. Al igual que ocurre con las Rentas Mínimas de Inserción, existen importantes desigualdades territoriales.

Así Euskadi, Melilla y Ceuta poseen una cobertura que supera el 40% de la población. Con datos también muy altos se encuentran Nafarroa (34,5%), Cantabria (29,7%) y Aragón (24,8%).

Menores

Asimismo, como reflejan las cifras tener hijos en el Estado es un importante factor de riesgo asociado al umbral de la pobreza, según el informe, ya que destaca la “preocupante” situación de las familias monomarentales, encabezadas en la mayoría de los casos por una mujer, y de las que un 26,2% vive en pobreza severa.

También es destacable el caso de las familias numerosas, ya que el 27,3% se encuentra en esta situación, una cifra que casi multiplica por tres los datos registrados en el resto de hogares.

Las cifras indican que la pobreza severa es más elevada entre niños y adolescentes y adultos jóvenes, de forma que el 15,1% de los menores de 16 años está afectado por esta situación.

En el Estado la cifra de familias monoparentales se ha incrementado, en el transcurso de un solo año, en 7,5 puntos, es decir, ha aumentado en un 40,1% y vuelve a superar a los datos alcanzados en 2008 (22,7%) y 2015 (25,9%).

Además, el 54,3% de las personas que componen las familias monoparentales en el Estado está en riesgo de pobreza y/o exclusión social, cifra que es, aún, 6,5 puntos porcentuales superior a la registrada en el año 2015.

De esa forma, de cada cuatro personas que viven en familias monoparentales, algo más de dos no pueden satisfacer sus necesidades básicas y, para otras dos, la situación es extrema.

Además, existen importantes desigualdades territoriales que chocan con la intencionalidad del IMV de convertirse en una prestación a nivel nacional que equilibre las prestaciones entre las regiones. Así, según los datos, la CAV y Nafarroa, que se caracterizan por sus bajos porcentajes de pobreza severa, poseen las coberturas máximas tanto en el IMV como en el RMI, mientras que autonomías con altos niveles de pobreza, como son Canarias o Murcia, presentan datos por debajo de la media estatal.

Así las cosas, el 55,7% de los vascos que se encuentran bajo el umbral de pobreza son perceptores de rentas mínimas de inserción, según los datos recogidos por la Asociación de Directoras y Gerentes de Servicios Sociales. Este porcentaje es el segundo más alto de todo el Estado, solo por detrás de Nafarroa (75,8%), y está muy por encima de la media estatal –donde apenas se sobrepasa el 7%– y del resto de comunidades autónomas, ya que la tercera es Asturias con el 18,7%. l

Incremento

4% de la población en Euskadi se encuentra en pobreza severa. Así las cosas, según un informe hecho público por la Red europea de lucha contra la pobreza y exclusión social en el Estado español la cifra ha aumentado en más de 4.000 personas el año pasado respecto al año anterior.

En corto

A la cola en el Estado. La CAV es junto a Nafarroa la comunidad que tiene la menor tasa de pobreza de todo el Estado. Y es que la media se sitúa en el 10,2% de la población, y afecta a un total de 4,8 millones de personas.

Protección de las instituciones. Según se extrae del informe, solo Euskadi y Nafarroa cubren a todas las personas en pobreza severa y, también, a algunas personas en riesgo de pobreza.

54% familias monoparentales. El 54,3% de las personas que componen las familias monoparentales en el Estado está en riesgo de pobreza y/o exclusión social.