Hay paseos que dan vida, y que además no entienden de edades. Si a ello se suma la meteorología como aliada, no puede haber mejor resultado. Bien lo sabe la asociación Bizikletaz Adinik Ez, que este sábado ha vuelto a tomar las calles para demostrar que no hacen falta grandes ingenios técnicos para dibujar una sonrisa entre las personas mayores: un triciclo es suficiente herramienta para tejer relaciones y hacer comunidad.

Con ese propósito se han lanzado a la calle a ritmo de pedal, lo que no ha tardado en surtir efecto en el ánimo de personas que residen en el centro Nuestra Señora de la Paz, de Egia. Han disfrutado de lo lindo, y también quienes iban por delante. “Me aporta mucha satisfacción esta actividad. He podido acompañar a una persona de 102 años a ver el mar. Hacía dos años que no olía el salitre, son sensaciones únicas”. Paco Gómez es voluntario y miembro de la Junta Directiva de la asociación.

Dice sentirse bien apoyando a personas que no pueden valerse por sí mismas para realizar determinadas actividades. “No es mucho esfuerzo para mí. Sé que les estoy ayudando, y aprendo mucho de ellos”, reconoce. La vulnerabilidad se puede presentar en cualquier momento de la vida. La vejez es una etapa más, pero respetando los tiempos y las capacidades de cada persona, es posible "seguir avanzando juntos y dando sentido a nuestras vidas”. Así lo siente Begoña Calleja, presidenta de la Junta Directiva de la asociación.

Relaciones de apoyo mutuo

“Intentamos construir relaciones de apoyo mutuo. Nos ocupamos y preocupamos los unos de los otros, y buscamos nuevas iniciativas a través de las cuales tanto personas pasajeras como voluntarias siguen sintiéndose parte de la ciudad”, explica. No se trata de un simple paseo en bici. El fin de esta iniciativa trasciende el propio recorrido por la ciudad, de por sí hermoso. “Conversamos, recordamos, aprendemos y sonreímos juntos y juntas”, dice la portavoz, satisfecha con el resultado de esta segunda edición, que cuenta con la colaboración de La Diputación Foral de Gipuzkoa y hace un poco más visible a ojos de la sociedad una actividad que tantos beneficios comporta.

“Conversamos, recordamos, aprendemos y sonreímos juntos y juntas”

Begoña Calleja - Presidenta de la junta directiva de 'Bizikletaz Adinik Ez'

Los triciclos han tomado las calles donostiarras para acercarse a la ciudadanía. La organización ha colocado un puesto informativo en la Plaza Cervantes desde las 10.00 horas hasta las 15.00, y a su vez ha brindado la posibilidad de probar la experiencia a todas aquellas personas interesadas. Uno de los momentos más esperados de la jornada ha llegado a partir de las 12.00 horas, cuando se ha distinguido la labor que realizan entidades vinculadas a la asociación.

Entre ellas, Real Sociedad Fundazioa, en cuya representación han intervenido Ainara Muga e Iñigo Diaz de Cerio. “Nos permite llegar a personas mayores y personas con diversidad funcional, acercarlas a nuestras instalaciones y llegar a municipios de toda Gipuzkoa. Estamos muy agradecidos por el recorrido conjunto, es muy enriquecedor para la Real. Agradecemos mucho el reconocimiento a este trabajo conjunto”, ha señalado Muga.

También ha sido reconocida la labor de Paco Gómez, el voluntario que tanto disfruta con su labor, acompañando a personas centenarias, como la de este sábado, que hacía tiempo que no veía el mar. Una distinción que también ha recibido Gospel Experience Donostia, el coro donostiarra que ofreció un concierto en favor de Bizikletaz Adinik Ez. “El góspel conecta con las iniciativas que ayudan a los demás, porque el mismo origen del góspel es desde un espíritu de resistencia y no conformarse con la realidad, buscando un mañana mejor, al igual que Bizikletaz Adinik Ez”, ha señalado el director Alain Gallego.

Bizikletaz Adinik Ez nace de un movimiento internacional fundado en Copenhague en 2012 que se ha ido expandiendo y actualmente está representado en 50 países. Llegó a Gipuzkoa en 2016, en el contexto de la capitalidad cultural de Donostia. Los valores siguen siendo los mismos: dedicar tiempo a las personas mayores desde la generosidad, “compartiendo historias y creando nuevas relaciones”.