La situación aún no se puede considerar “alarmante”, aunque empieza a haber cierta necesidad “urgente” de donación de sangre tanto en Gipuzkoa como en el global de Euskadi. Desde Osakidetza ya realizaron un llamamiento hace poco más de una semana, y en esta ocasión es Sabin Urcelay, presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa, el que reconoce que hace falta ampliar las mermadas reservas de sangre en el territorio y en la CAV.

“Las reservas ahora son de Euskadi. Antes se hacía por territorios, pero ahora se ha unificado y estaremos al 50%”, comenta a este periódico Urcelay, que añade “que ese porcentaje supone poco, alrededor de 50 bolsas, en grupos de sangre como cero negativo o A negativo. En otras como cero positivo estar al 50% significa tener 500 bolsas y eso está bien, pero en otras tener 50 bolsas es poco, y eso nos obliga a ponernos las pilas y hacer un nuevo llamamiento”.

“Cuando estamos al 50% hay que avisar y que la gente venga a donar porque el 50% es poca sangre y la capacidad de respuesta sería complicada si hay necesidades por accidentes o algo grave. Las reservas deberían estar al 75% para estar tranquilos, porque la sangre, entre que se saca y se analiza, tarda unas 48 horas en poder ser utilizada. Por eso hacer falta donar estos días”, ahonda Urcelay.

"Si hay necesidades por accidentes o algo grave, una reserva del 50% es poca sangre"

Sabin Urcelay - Presidente Asociación de Donantes de Gipuzkoa

Reconoce el presidente de la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa que en verano suele repetirse esta situación porque la gente “está a otras cosas”, pero pide un esfuerzo: “Cuando estamos en agosto, lo de donar sangre lo dejas para el mes que viene, pero el que lo necesita, lo necesita ya. En Euskadi, con que se acerquen a donar 500 personas en los próximos días se solucionaría el problema”.

La Asociación de Donantes de Sangre del territorio se está moviendo y esta semana se instalará en varios puntos de Gipuzkoa. Hoy ha estado en Oiartzun, mañana en la casa de cultura de Pasaia Antxo, el jueves en Irun (Oiasso) y el viernes en el centro de jubilados de Elgoibar, siempre en horario de tarde. “Agosto suele ser un mes complicado, pero pedimos a la gente que se acerque a donar”, insiste Urcelay.

Se trata, por tanto, de lograr la sangre necesaria en esta segunda quincena del mes porque en septiembre “la gente ya suele responder con normalidad”: “Se abren las universidades, vuelve la rutina laboral y tenemos más de 70 días de extracción programados. Entrará mucha sangre. Pero antes de eso necesitamos superar el verano”.

LAS VENTAJAS DE LOS DONANTES FIJOS

Más allá de esta urgencia puntual, la Asociación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa tiene entre sus objetivos a medio plazo “tener una mayor planificación”. “Desde que llegó el covid, nos hemos acostumbrado un poco a vivir al día, pero el covid se va a quedar entre nosotros y ya hemos hablado de que tenemos que reaccionar y planificar más el futuro”, comenta Urcelay. Y eso consiste en tener “más donantes fijos”: “No hay que salir todos los días a por 150 bolsas de sangre, sino trabajar en tener más personas habituales que den sangre para así tener garantizada la cantidad que se necesita”.

Desde la asociación tienen contabilizados “18.500 donantes habituales en Gipuzkoa”, habitualmente “personas mayores de 35 años”. Son los que han donado sangre al menos una vez durante el último año, aunque se consideran “donantes activos” los que han donado sangre al menos una vez en los últimos tres años. El reto que se marcan es tener “20.000 donantes habituales” en el territorio que den sangre dos veces al año y así “tener un fijo de 40.000 bolsas al año, que estaría bien”.

Resalta Urcelay que “los donantes habituales siguen respondiendo, pero tienen que pasar tres meses entre una donación y la siguiente, y cuando están un año donando, hay que esperar más tiempo a la siguiente”, de ahí la necesidad de encontrar al menos 1.500 donantes fijos más para tener suficientes reservas durante todo el año.

La “ventaja” de contar con donantes habituales es que “ya se sabe que su sangre está bien, estás seguro de que van a responder cuando les toca… De ahí que a partir de septiembre queramos tener un plan y organizarnos para conseguirlo”.

El presidente de la Asocación de Donantes de Sangre de Gipuzkoa dice que en el territorio “hay 20.000 personas que reciben transfusiones cada año” y que la cantidad de donantes y gente que colabora en los llamamientos es “importante”, de ahí que quizás se haya producido cierta relajación: “Es algo tan cotidiano que dejas de darle importancia, pero se tiene que valorar porque es básico para la gente que lo necesita. Si vas al quirófano y no tienen sangre, no te pueden operar. Es como cuando te dicen que hay sequía. Hasta que no te cortan el grifo no te preocupas. Por eso tenemos que intentar entre todos transmitir el mensaje, difundir la necesidad de donar”.