Cuando Zuriñe acudió a casa de su ama a comer se encontró con una nueva enciclopedia sin abrir de 24 tomos. Preguntó a su madre y le dijo que, el día anterior, un chico muy majo que llamó a la puerta le había vendido un colchón de muy buena calidad que traía una enciclopedia de regalo. Le explicó que el chico, muy majo, se lo había desembalado y colocado en la cama e incluso se había llevado el viejo. Al preguntarle cuánto había pagado le dijo que creía que eran 3.000 euros, pero al pedir los papeles que había firmado, descubrió que su ama no solo había comprado un colchón sino que también había firmado un contrato para financiar la compra, que elevaba aún más el coste por los intereses. Es uno de los muchos ejemplos reales que la web de Kontsumobide ha incorporado en la nueva sección de consejos, dirigida especialmente a los jóvenes, que ha incorporado en su web.

En ella, se destacan, a ritmo de meme, para que puedan ser aprendidos a golpes de vista y compartidos en redes sociales, distintos consejos dirigidos especialmente a los más jóvenes sobre sus derechos y recomendaciones en materia de consumo, con aquello que deben y no deben hacer, pero también con consejos a sus familiares más mayores.

La nueva sección cuenta con diez grandes consejos, que dan pie a otros tantos más, seleccionados en función de la actualidad y de las cuestiones con más demanda en el registro de quejas y reclamaciones de Kontsumobide.

El Departamento de Consumo ha optado por explicar estos consejos con un lenguaje “sencillo y directo, y que juega con el humor para generar curiosidad y despertar una alerta en los usuarios de forma que lleguen a incorporar una buena práctica a su consumo”. Junto a los consejos se incluyen casos reales como el del colchón y la enciclopedia que iniciaba estas líneas. ¿Cómo acabó? Pues tras acudir a la oficina de Kontsumobide más cercana les dieron un escrito de desestimiento de la compra y para solicitar la devolución del viejo colchón que se habían llevado junto a un escrito dirigido la financiera. De esta forma la historia pudo tener un final feliz tras recuperar su dinero y acordar con su madre que no comprará sin saber las condiciones reales a quien llama a la puerta de casa.