El progresivo envejecimiento de la población y la soledad que ello conlleva en la vida diaria es una de las cuestiones que más preocupa a las instituciones vascas. En Euskadi, el 31,1% de las personas mayores de 65 años o más viven solas, una situación que no tiene por qué ser negativa. Sin embargo, el 26,6% de las personas en ese rango de edad reconocen sentirse solas, según datos que maneja el Gobierno Vasco, lo que da lugar a una experiencia que sí es “negativa y desagradable”. Además, el 4% de las personas mayores no tienen apenas contactos con otras personas y se considera que están “aisladas socialmente, no integradas”.

En este sentido, y aprovechando el décimo aniversario de Euskadi Lagunkoia, el Gobierno Vasco y la Fundación Matia han editado una guía para abordar la soledad, elaborada “a través de un proceso participativo en el que se han implicado activamente los municipios de la Red Euskadi Lagunkoia que habían observado la necesidad de ahondar en este fenómeno y en la forma de abordarlo” y que se puede consultar en euskadilagunkoia.net.

“El tema de la soledad ha ganado foco y nos preocupa. Lo primero que hace la guía es definir la soledad. No es lo mismo vivir solo que sentirse solo. Hay gente mayor que vive sola pero no se siente sola”, explica Elena del Barrio, codirectora e investigadora del Instituto Matía: “Es una guía en la que han participado las personas mayores, las protagonistas del proyecto, que detectan necesidades para que sus municipios sean más accesibles y amigables", que significa tener “un entorno urbano integrados y accesible que fomenta el envejecimiento activo”, creando espacios agradables tanto en lugares abiertos como en el transporte o en el comercio que fomenten “un envejecimiento activo”.

No es lo mismo vivir solo que sentirse solo. Hay gente mayor que vive sola pero no se siente sola

Elena del Barrio - Codirectora e investigadora del Instituto Matia

“Hablamos de sensibilización, acciones e iniciativas para ayudar a que las personas mayores no estén solas: contactos con centros sociales, con los ayuntamientos, con los centros de salud para tener a las personas mayores en el radar y poder ayudarles, que la soledad sea lo menos traumática posible”, ha comentado Marian Olabarrieta, directora de Servicios Sociales del Gobierno Vasco.

Más allá de la aproximación teórica, esta guía aporta claves para poner en marcha programas que permitan abordar esta soledad en personas mayores, detallando diferentes tipos de intervenciones sugeridas, “desde la sensibilización de la sociedad hasta la intervención directa, pasando por la prevención de situaciones de soledad o la identificación de las personas que sufren”, ha añadido Olabarrieta.

Hablamos de sensibilización, acciones e iniciativas para ayudar a que las personas mayores no estén solas

Marian Olabarrieta - Directora de Servicios Sociales del Gobierno Vasco

Un concepto en el que han insistido es el de comercio amigable, que es el comercio local que tiene especialmente en cuenta las necesidades de las personas mayores. Y dentro de ese comercio que frecuentan las personas de más de 65 años están las farmacias, “que son grandes detectores de lo que pasa a la gente mayor: si tiene algún deterioro cognitivo, si empieza a sentirse sola…. En algunos municipios son las propias farmacias las que se han puesto en contacto con los servicios sociales”, ha explicado Elena del Barrio.

‘Soledad. Guía para la acción’ incluye también ejemplos de buenas prácticas “que pueden servir de inspiración para la puesta en marcha de acciones específicas”. “A nivel internacional, por ejemplo, en Reino Unido se puso en marcha la campaña 'Seamos más nosotros', que era sobre saludar por la calle a la gente mayor, simplemente decirles 'Hola, qué tal', pequeños detalles para entablar conversaciones cotidianas que hacen mucho", según la codirectora del Instituto Matia. Pero no hace falta irse tan lejos: en Aretxabaleta se han realizado en los últimos meses 64 entrevistas a personas mayores de 80 años que viven solas para conocer “sus condiciones de vida, su salud y los sentimientos de soledad”, y el ayuntamiento hace un seguimiento de estas personas.

25 MUNICIPIOS EN GIPUZKOA

Son 70 las localides vascas que están incluidas en Euskadi Lagunkoia. De ellas 25 son guipuzcoanas: Donostia, Lasarte-Oria, Urnieta, Zarautz, Orio, Hondarribia, Irun, Eibar, Elgoibar, Bergara, Azkoitia, Zestoa, Irura, Urretxu, Aretxabaleta, Antzuola, Eskoriatza, Legazpi, Zumarraga, Beasain, Ormaiztegi, Ordizia, Idiazabal, Zegama y Zestoa.

Fue Donostia la localidad que inició el movimiento por la amigabilidad en Euskadi, al incorporarse en 2009 a la Red Mundial de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Tres años después se creó la Red Euskadi Lagunkoia que cumple ahora su décimo aniversario. Para celebrarlo, una exposición itinerante -consistente en un gran cubo que refleja el mapa de los 70 municipios que forman la red o informa de ejemplos de buenas prácticas, entre otros datos relevantes- que se encuentra en Donostia hasta el domingo (enfrente del Koldo Mitxelena) recorrerá todo Euskadi a partir de septiembre. En el cubo hay un código QR que redirige a la web euskadilagunkoia.net.

¿HAY MÁS SOLEDAD?

Elena del Barrio, gran conocedora de la materia, no considera que ahora haya “más” soledad que antes: “No hay una evidencia de eso. Creo que hemos puesto más el foco, no hay datos de que la gente se sienta ahora más sola”. En cualquier caso, proyectos simples para “ayudar, conocer a la gente que nos rodea, saludar con un 'hola qué tal' es un gesto pequeño pero importante”.

Marian Olabarrieta, por su parte, considera que las instituciones tienen localizadas “a muchas personas que se sienten solas, ya sea a través de los servicios sociales, de los centros de salud, de la teleasistencia… localizar a personas que se sienten solas debe ser una meta de todos, por suerte la sociedad no está mirando para otro lado. Tenemos mucho radar”.