Euskadi recibió durante los cuatro primeros meses de 2022 un total de 1.234 solicitudes de asilo, con Venezuela y Colombia a la cabeza, mientras que en todo 2021 fueron 1.724 en 12 meses. Así lo han dado a conocer este jueves las organizaciones Zehar-Errefuxiatuekin y CEAR en Euskadi, cuyas responsables, la directora de Zehar-Errefuxiatuekin, Arantza Chacón, y la coordinadora territorial de CEAR, Elena Valverde, han comparecido en rueda de prensa con motivo de la celebración el 20 de junio del Día Internacional de las Personas refugiadas.

La comparecencia para hacer balance y análisis de los últimos datos de asilo relativos a Euskadi ha contado también con la presencia de tres refugiadas Khatera Dadfer(Afganistán), Fernanda Falçao (Brasil) y Skarlet Khamad (Ucrania), quienes han explicado su experiencia y las circunstancias personales que les han llevado a salir de sus respectivos países.

De las 1.234 solicitudes de asilo recibidas en Euskadi hasta abril de este año, 459 corresponden a Bizkaia, 408 a Gipuzkoa y 367 a Araba. Las principales nacionalidades de las solitantes siguen siendo, por tercer año consecutivo, Venezuela y Colombia, pero, tal y como ha denunciado Elena Valverde, se les niega también, "de forma casi sistemática la protección".

Tras recordar que de 2020 a 2021 cayeron un 44% en Euskadi las solicitudes de asilo, Valverde ha explicado que en lo que va de 2022, las cifras han repuntado por efecto, principalmente, de la crisis de Ucrania ocasionada tras la invasión rusa que, hasta la fecha, ha generado 6,5 millones de desplazados.

Tal y como ha detallado Arantza Chacón, se trata del "mayor éxodo de población desde la II Guerra Mundial" y esta crisis humanitaria ha vuelto a poner de manifiesto "la realidad de los refugiados y del derecho de asilo". En todo caso, también ha celebrado que, ante esta crisis humanitaria, "las muestras de solidaridad, a nivel social, administrativo y mediático han sido enormes" y la respuesta "ha estado a la altura de lo que han requerido las circunstancias".

También ha puesto de manifiesto que no se puede olvidar que "hay muchas personas de otros lugares que también han tenido que huir de sus países y que buscan protección en Euskadi". Según ha añadido, "ante la falta de vías legales y seguras para entrar, los tránsitos son cada vez más peligrosos, como por ejemplo a los que se ven abocadas todas las personas que están llegando por mar desde Mali, Marruecos, Senegal o Túnez".Protección temporal

En cuanto a las resoluciones de protección temporal recibidas en lo que va de 2022, y según los datos recogidos de la Delegación del Gobierno en Euskadi, correspondientes al perfil ucrania se han presentado un total de 3.382, de las que 1.438 se tramitaron en Bilbao, 1.387 en San Sebastián y 557 en Álava.

Tal y como ha detallado Chacón, la mayoría correspondieron a mujeres, un hecho que, desde su punto de vista, "muestra cómo, cuando hay voluntad política, se garantiza la protección de quienes huyen de guerras, conflictos y persecuciones". Las responsables de ambas organizaciones han hecho balance asimismo del número de personas con dicho perfil ucrania atendidas desde el mes de febrero.

En ese sentido, las oficinas de Zehar-Errefuxiatuekin y CEAR en Euskadi han atendido en sus oficinas a un total de 1.166 personas, el 70%, mujeres. De ellas, 942 han sido asistidas en Bizkaia, 485 en Gipuzkoa y 239 en Álava. Tal y como han explicado, estas atenciones han sido "de todo tipo, desde derivaciones a recursos de primera acogida y centros, a atenciones sociales, consultas, tramitaciones de ayudas o derivaciones a otros recursos.

Ante esta realidad, ambas organizaciones han trasladado una tabla de reivindicaciones que pasan por, en primer lugar, "garantizar que las personas migrantes y refugiadas puedan llegar tanto al Estado español como a Euskadi sin poner su vida en riesgo, facilitando vías legales y seguras de acceso al procedimiento de asilo".

Igualmente han exigido "terminar con una política de fronteras al servicio de los intereses económicos de los países receptores, que deja a muchas personas varadas tanto en países de origen como de tránsito, donde sus derechos humanos no son respetados". También, ha reclamado acabar con "la instrumentalización de las personas migrantes y refugiadas, que son utilizadas como herramienta de presión política".

Finalmente, han pedido "garantizar el acceso a una vivienda social, recursos y prestaciones sociales, educativas, sanitarias y culturales a todos ellos, estableciendo criterios que contemplen las dificultades de las personas con necesidades de protección internacional y apátridas".Día Internacional del Refugiado

Con motivo del Día Internacional del Refugiado, que se celebra el 20 de junio, las tres capitales vascas han convocado sendas manifestaciones bajo el lema: "Seamos refugio. Acoger sin discriminar". Las manifestaciones tendrán lugar, en primer lugar, el domingo 19, a las 12.00 horas en Donostia-San Sebastián, cuya marcha partirá del Aquarium.

Ya el propio día 20, se desarrollarán las manifestaciones previstas en Bilbao y Vitoria-Gasteiz. Ambas darán comienzo a las 19.00 horas desde la plaza del Arriaga y de la Virgen Blanca, respectivamente. Tras la presentación del balance, estaba previsto que tomaran la palabra tres mujeres refugiadas para relatar sus experiencias pero, la refugiada ucraniana, Skarlet Khamad, se encontraba haciendo un examen de fin de carrera.

La refugiada Fernanda Falcão, defensora de derechos humanos, militante trans y solicitante de asilo, ha recordado a todas las personas transexuales que han muerto por la persecución y el maltrato que sufren en su país. Falcão ha confesado estar "preparada para morir" ya que no tenía esperanzas de poder vivir, por la persecución a la que era sometida por su visibilidad dentro del colectivo trans y la reinvidicación de sus derechos.

En este punto, ha recordado que, dentro de su colectivo, en su país, la esperanza de vida es de 28 años, y que, antes de decidir huir de Brasil, su casa fue ametrallada y ella sometida a torturas y maltrato físico. Finalmente se ha mostrado agradecida tras ser acogida en Euskadi porque, "aquí, el trato ha sido increíble y, además, aquí, tengo dignidad".

Por su parte la refugiada afgana Khatera Dadfer, ha explicado que llegó a Euskadi hace 10 meses con su hija huyendo del régimen Talibán, que, "de todos los muchos países musulmanes del mundo, es el único país musulmán, donde las niñas y las mujeres no pueden estudiar ni trabajar".

En su país, ella se dedicaba a la defensa de los derechos de las mujeres y las niñas en Afganistán, ha afirmado que "los talibán son enemigos de la libertad y de los derechos humanos" y ha remarcado que "la vida es muy difícil en Afganistán para todas aquellas mujeres que quieren trabajar allí".