La Confederación Europea de Sindicatos (ETUC, por sus siglas en inglés) aseguró hoy que prevé que para el año 2030 haya unas 30.000 muertes más por accidentes laborales si no se toman medidas para aumentar la seguridad.

Si bien el número de accidentes laborales mortales se había reducido en la última década, según datos del Eurostat, las muertes volvieron a aumentar en 2019, y entre 2020 y 2029 se esperan otros 27.041 decesos en toda la UE.

"Nadie debería salir de casa preocupado por saber si podrá volver a ver a su familia después del trabajo. Pero esa es la realidad cotidiana de muchos trabajadores, a menudo por culpa de empresarios irresponsables que hacen recortes para aumentar sus beneficios y de políticos que atacan las normas de seguridad y las inspecciones de sentido común por razones ideológicas", denunció Claes-Mikael Stahl, secretario general adjunto de la ETUC.

La previsión, hecha por el Día Internacional de la Memoria de los Trabajadores, incluye el número de víctimas esperadas y en qué fecha se calcula que se acabe con estos accidentes en una selección de países en la que aparece España, pero en la que no ofrece buenos pronósticos.

Según la ETUC, en la próxima década un total de 3.191 trabajadores perderán la vida en el Estado español en su puesto de trabajo (solo por detrás de Francia, con 7.803 muertes, e Italia, con 3.434 decesos) y es el único país, junto con el Estado galo, en el que no se ofrece una fecha estimada para el fin de los accidentes laborales (frente a la media de la UE, que es para 2055).

"Aunque las muertes en el lugar de trabajo puedan parecer algo de otro siglo, estas tragedias van a seguir ocurriendo en Europa durante al menos otros 30 años. Pero eso no es inevitable", proclamó Stahl, quien pidió a los líderes europeos que "hagan lo que tienen que hacer" y "hablen" para salvar la vida de los trabajadores.

La ETUC ha presentado un manifiesto, firmado por ministros, eurodiputados, líderes sindicales y expertos en seguridad y salud laboral, en el que reclama un aumento de la formación, las inspecciones y las sanciones en materia de seguridad laboral para poner fin a las muertes en el trabajo de aquí a 2030.