- Uno de cada tres adolescentes hace un uso problemático y adictivo de Internet y las redes sociales, generalmente a través de un móvil que recibe de media entre los 10 y 11 años y que posibilita prácticas potencialmente peligrosas, como compartir material sexual, ciberacoso, videojuegos o apuestas en línea.

Son datos del informe de Unicef El impacto de las tecnologías para la relación, información y comunicación (TRIC) en la infancia, que presentaron el responsable de educación de la ONG en España, Nacho Guadix, y la coordinadora en Catalunya, Quima Oliver. El uso de la tecnología supone una aportación trascendental desde el punto de vista social como emocional para un adolescente (4 de cada 10 se conectan para no sentirse solos) y les ayuda a encontrar alegría, diversión y tranquilidad. Pero a la vez estas tecnologías posibilitan prácticas peligrosas.

El informe estima que uno de cada tres alumnos de ESO (unos 600.000 estudiantes) podrían presentar lo que se define como “uso problemático”, no solo por la frecuencia e intensidad sino también por el alto grado de interferencia en el día a día de los jóvenes y sus familias.

El 31% está conectado más de cinco horas al día entre semana y la mitad también supera este tiempo diario durante el fin de semana. En concreto en los videojuegos, un 3% de los estudiantes de ESO (especialmente chicos) ya sufren una adición y un 16% adicional podría estar empezando a desarrollar problemas, por lo que, en su conjunto, serían 400.000 los alumnos afectados.

Cifras inferiores pero no menos preocupantes son las de los menores que juegan o apuestan dinero en línea, que sería aproximadamente el 10% de los adolescentes, con el riesgo de que acaben convirtiéndose en un ludópatas.

El informe constata que las prácticas de compartir contenido sexual a través de redes sociales (conocido con el nombre de sexting) son conductas cada vez más habituales, pues el 42% admite que alguien le ha enviado alguna vez mensajes de esta índole.