- El Consejo de Ministros aprobó ayer el Real Decreto por el que se establece la ordenación y las enseñanzas mínimas de la Educación Secundaria Obligatoria (ESO). Estos cambios se implantarán en el año académico 2022-2023 para los cursos de 1º y 3º, y en el curso 2023-2024 para 2º y 4º. Con este nuevo Real Decreto, que desarrolla la ley educativa (la Lomloe, la promoción de los alumnos no vendrá determinada por el número de suspensos, ya que la decisión quedará en manos del equipo docente que decidirá en función de si el alumno tiene “expectativas favorables de recuperación”. En todo caso, promocionarán quienes hayan aprobado todo o suspendan una o dos materias. Otras novedades que recoge el real decreto es que se eliminan, como en Primaria, las calificaciones numéricas, así como los exámenes extraordinarios, y se recuperan los programas de diversificación curricular. Según el nuevo currículo, se desarrollará una evaluación de diagnóstico en 2º de la ESO, con carácter informativo y orientador para los centros, los docentes y las familias. Al finalizar la etapa, todos recibirán una certificación oficial de los años cursados y el nivel alcanzado en las competencias clave. Si los alumnos han adquirido estas competencias, obtendrán el título de Graduado en ESO.

Asimismo, los alumnos de doce a 16 años contarán con dos nuevas asignaturas sobre digitalización y emprendimiento, y la educación tendrá en toda la etapa una clara “perspectiva de género”. Deberá cursarse en los tres primeros cursos, mientras que en 4º, habrá otra asignatura sobre Digitalización, que será optativa.

La materia Economía y Emprendimiento, que será optativa en 4º, tendrá una triple finalidad: “promover el espíritu emprendedor”; “ayudar a que el alumnado comprenda que el emprendedor debe abrirse camino en un contexto global cuyos elementos se relacionan entre sí”; y que el alumnado “transfiera los aprendizajes a un plano práctico, desarrollando un proyecto emprendedor que abarque todo el proceso, desde la ideación hasta la elaboración del prototipo final y presentación de este en el entorno”. En cuanto a la Religión, el borrador sostiene que estas enseñanzas tendrán que ser ofertadas por los centros pero será voluntaria para los alumnos.