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"Es un golpe terrible, pero no es ninguna sorpresa"

El giro histórico en la postura del Gobierno español sobre el Sáhara ha conmocionado a la comunidad saharaui de Gipuzkoa y a su red de apoyo

"Es un golpe terrible, pero no es ninguna sorpresa"

- "Me siento muy triste. Cuando me enteré, no sé qué me pasó en el corazón, es como si me estuviera ahogando. Lo tenía encogido". Es el desgarrador testimonio de Hamdi Khatri Bachir, saharaui nacido en los territorios ocupados y afincado en Donostia desde 2011. Hamdi, director pedagógico de un centro de protección de menores en Segura, no da crédito al giro histórico en la postura del Gobierno español sobre el Sáhara Occidental, colonia española anexionada por Marruecos con el que arrastra un conflicto desde hace casi 50 años para conseguir su independencia.

Pero Hamdi no es el único guipuzcoano que muestra su malestar. NOTICIAS DE GIPUZKOA ha pulsado, además, la opinión de dos entendidos en la materia como son Xabier Euzkitze, periodista y presidente de la organización Saharautz, y de Gurutze Irizar, también conocida como Fatimetu, nacida en Ormaiztegi pero de alma saharaui tras muchos años de convivencia con ese pueblo. A ninguno de ellos les ha sorprendido la decisión del Gobierno de Pedro Sánchez. "Ha sido un golpe terrible, pero tampoco te puedo decir que haya sido una gran sorpresa viendo la actitud que han adoptado históricamente los gobiernos españoles", asegura Euzkitze. Gurutze Irizar, por su parte, es más categórica: "A mí no me sorprende. Parece que esto es una novedad, pero no es así. Lo han hecho de una manera más pública, más descarada, pero esto está funcionando así desde hace 46 años". Para el conocido periodista tampoco ha sido una decepción porque "la decepción te la da la gente de la que esperas algo y de los gobiernos españoles, y concretamente de los socialistas, que son los que gobiernan actualmente, tampoco esperábamos nada. Tampoco tenían ya la capacidad de sorprendernos o decepcionarnos".

Más claro no puede hablar Euzkitze, cuya historia de amor con el Sahara comenzó en 2001, con el programa Oporrak bakean. "Teníamos la intención de acoger a niños saharauis durante el verano y acogimos a Dreisha (Jadiya) ese mismo año", recuerda. Ese fue el inicio. "Para que ese programa no se muriera y para que en Urola Kosta se pudieran encontrar familias de acogida, teníamos que crear una asociación y ahí surgió Saharautz, de la cual somos fundadores", explica. "Surgió una relación, un nivel de conocimiento muy superior también. Hemos estado tanto miembros de la organización como yo más de una vez en los campamentos de refugiados, hemos puesto en marcha programas importantes, y seguimos haciendo lo que podemos dentro de nuestras limitaciones. Seguimos implicados, pero el nivel de esperanza y de ilusión que captamos en las informaciones que nos llegan es bastante bajo", lamenta Euzkitze. Por eso, la decisión del Gobierno de Sánchez ha sido "un golpe bajo muy fuerte", y afirma también que "no ha supuesto una gran sorpresa, porque ya veíamos cuál era la trayectoria del Gobierno español, ya sabíamos lo que había dicho Zapatero y cómo estaba dando prioridad Sánchez a las relaciones económicas con Marruecos", analiza.

No entiende las declaraciones de algunos políticos como, en este caso, Denis Itxaso, que aseguró que "el Gobierno tiene la obligación de defender los intereses españoles", viendo con buenos ojos el planteamiento que ha hecho Marruecos. Para Euzkitze, "el Gobierno español sí que tiene la obligación de defender los intereses, pero no a costa de cualquier cosa". Sostiene que en el tema del Sáhara "no hay un solo responsable. Las responsabilidades son compartidas, pero la responsabilidad primera es del Gobierno español porque la situación que viven los saharauis es sobre todo por una ocupación del Estado Español y una posterior desocupación mal llevada a cabo". Es más, "siempre ha priorizado las relaciones económicas y los intereses económicos. Que ahora venga un Gobierno español diciendo eso... No a costa de los derechos humanos ni a costa de los derechos de un pueblo que fue injustamente ocupado y que ahora está viviendo un genocidio que es tremendo", proclama.

"Es una cuestión de pasta", asegura Gurutze Irizar, viuda de Mohamed Salem Bakitu, notable político que se unió a la revolución saharaui muy joven y continuó el trabajo por la causa de su pueblo hasta el fin de sus días. "Es un conglomerado de sinrazones que no tiene ni pies ni cabeza", añade Fatimetu, que no entiende a aquellos que hablar del Sáhara como una excolonia española. "El Sáhara no se ha descolonizado, sigue siendo español, por mucho que la prensa hable de la antigua colonia española. Si no se ha descolonizado, sigue siendo colonia española. Lo que pasa es que hay un lavado de manos total", lamenta. "Es un tema muy largo y muy complicado, pero la principal responsable de esta situación es España. El que ahora se extrañe y se rasgue las vestiduras... No se me ha movido ni una pestaña por lo que haya dicho Pedro Sánchez", declara esta enfermera que vivió en primera persona la guerra sufrida por el Sáhara. No entiende que el mundo siga callado: "¿Qué esta haciendo Israel con Palestina? Eso no es normal y menos que esté todo el mundo callado. ¿Qué está pasando en Yemen? ¿Y en Somalia? ¿Y en Siria? ¿Por qué le dieron el Nobel de la Paz a Obama con todas las que hizo? ¿Tiene sentido algo?", se pregunta.

Desde la distancia, Hamdi lo está pasando mal. "No me lo esperaba para nada y menos de un Gobierno socialista que se dicen de pensamiento de izquierdas. Pienso que es una mala decisión, que no es coherente con nada, absolutamente con nada, ni con la historia, ni desde lo humano, y no respeta el derecho internacional en nada", declara. "Pienso que los saharauis estamos siendo una moneda de cambio. Eso ha pasado con todos los gobiernos. Hacen políticas basándose en la economía. Me ha parecido un golpe muy bajo", exclama Hamdi, para quien "los gobiernos tienen que ser coherentes. Están ahí porque alguien les ha votado y el pueblo, en esta ocasión, no comparte en absoluto esa decisión, algo que va a quedar reflejado en la manifestación de hoy en Madrid", anuncia.

Hamdi estuvo el pasado martes hablando con sus hermanos, uno de los cuales trabaja como médico en los campamentos de Tinduf. "Están como nosotros, muy tristes, muy defraudados", confiesa. "Somos un pueblo pequeñito, que no producimos nada, que no tenemos interés, que no llamamos la atención, que las potencias no encuentran en nosotros beneficios, pero somos personas. Antes que todo esto somos personas y tenemos unos mínimos derechos. La gente está defraudada porque siempre ha contado con España y esa confianza se ha visto muy defraudada", se sincera este saharaui que tuvo que huir junto a su familia a la edad de dos años. "No tengo recuerdos de mi casa", lamenta. Y lo más triste es que no puede volver. "O te haces marroquí, o no puedes entrar. Yo me niego a eso, me niego a ser súbdito de esa monarquía", quiere dejar claro Hamdi.

Euzkitze, por su parte, reconoce, por lo que le ha llegado, que los saharauis "están completamente indignados con la postura que ha adoptado el Gobierno español". Para ellos, "la única esperanza es que la ONU y Argelia puedan interferir y puedan hacer valer el derecho internacional", pero "no tiene ninguna confianza en el Gobierno español". La experiencia es un grado: "Felipe González les vendió, Juan Carlos les vendió y los sucesivos gobiernos españoles les han vendido constantemente y han priorizado los intereses económicos a los derechos humanos". Entiende Euzkitze que "no han respondido a la responsabilidad que tienen en cuanto que toda esta situación ha sido ocasionada por lo que España hizo en su día y por lo que no ha hecho después".

Fatimetu no ha hablado "directamente" con nadie de los campamentos pero "allí la gente ya sabe lo que hay y no le ha sorprendido nada". Sostiene que "lo único" que han hecho es sacar un comunicado oficial, pero "se sabe perfectamente lo que hay, lo que está haciendo, por ejemplo, la Minurso desde 30 años. La única misión de las Naciones Unidas que no tiene relevancia en los derechos humanos, que puede hacer lo que le da la gana... No tiene ni pies ni cabeza, pero volvemos a lo de siempre", considera Gurutze, que se hace varias preguntas: "¿Qué países están detrás de todo esto? No de los derechos humanos de los saharauis, sino de su riqueza. ¿Quién quiere quedarse con ella?". Son cuestiones a las que no encuentra respuesta la defensora de la causa saharaui.

Euzkitze no entiende que la decisión tomada por el Gobierno español haya sido "a costa de los derechos humanos de un pueblo"

Hamdi lo tiene claro: "No puedo volver a mi casa. O te haces marroquí, o no te dejan entrar. Yo me niego a ser súbdito de esa monarquía"

"Cuando me enteré, no sé qué me pasó en el corazón, es como si me estuviera ahogando"

Responsable de un centro de menores en Segura

"La única esperanza es que tanto Argelia como la ONU hagan valer el derecho internacional"

Periodista y presidente de Saharautz

"El que ahora se sorprenda y se rasgue las vestiduras es que no sabe nada de lo que pasa allí"

Enfermera que vivió la guerra y el exilio