- La temporada estival comienza habitualmente el 1 de junio y acaba el 30 septiembre. El estallido de la pandemia hace dos años no solo obligó a establecer controles de aforo en las playas sino que obligó a reducir el espacio temporal de vigilancia, que se redujo del 15 de junio al 15 de septiembre. Los socorristas denuncian que los problemas en la Zurriola “han sido constantes” debido a la afluencia de usuarios que “comienza a crecer desde Semana Santa” y, tras el aluvión del verano, se mantiene prácticamente hasta el mes de octubre.

“Durante la pandemia en verano nos llamó SOS Deiak para informarnos de que uno de esos días había en la playa de la Zurriola 35.000 personas. En Anoeta, un estadio que cuenta con una asistencia de público similar en cada partido, hay 40 personas que se dedican a la seguridad, entre entidades como Osakidetza y Cruz Roja. Nosotros somos ocho. Ocho personas que tienen que estar pendientes de todos los usuarios que están en la arena, de los surfistas, de los bañistas y la zona seca. Es insostenible”, denuncia Donostiako Sorosleak.

Los socorristas presentaron hace dos años al Ayuntamiento un proyecto para que la comunidad de salvamento pueda utilizar el antiguo ZM, local situado en mitad de la Zurriola que lleva siete años cerrado. El plan, “sin ánimo de lucro”, contempla el desarrollo de actividades vinculadas con la práctica deportiva en la playa, desde formación a tareas de vigilancia “voluntarias” durante el invierno.