- Los rebrotes surgidos por las no fiestas de la Virgen Blanca de Vitoria y las celebraciones vividas en el último mes en Gipuzkoa (Irun, Hernani...) son una piedra en la que no quiere volver a tropezarse el Gobierno Vasco. Ante la situación "crítica" que va a suponer esta semana la Semana Grande donostiarra, a la que le seguirán la Aste Nagusia bilbaina y las otras citas del calendario veraniego, el LABI decidió ayer mantener las restricciones actuales. A este temor se le suma además una variante Delta que campa a sus anchas por Euskadi con su firma en el 85% de los contagios.

La mejoría en la incidencia no encuentra todavía su reflejo en la presión hospitalaria con lo que las aglomeraciones, botellones y encuentros sociales de las no fiestas son, para el Gobierno Vasco, una amenaza real para encauzar definitivamente la quinta ola. "El mensaje en vísperas del fin de semana del 15 de agosto y del resto del verano no puede ser de relajación, sino de llamamiento a la responsabilidad y a la prudencia", alertó ayer el portavoz del Gobierno Vasco, Bingen Zupiria, quien realizó un llamamiento para evitar las aglomeraciones, limitar los contactos sociales y mantener las medidas de protección también durante las fechas de celebración.

"Tanto este fin de semana como durante el calendario de fiestas suspendidas del resto del verano, corremos el riesgo de rebrotes". Así de claro se mostraron los técnicos del LABI, que volvieron a reivindicar "actitudes sencillas pero fundamentales", como mantener "la tensión, el compromiso y la responsabilidad" con el uso de mascarilla, la distancia interpersonal así como la "autolimitación en la movilidad nocturna".

Los expertos del LABI, que recordaron que los botellones están prohibidos, instaron a que la ciudadanía se vacune "con la mayor celeridad posible en el proceso de vacunación" y les conminó a colaborar con los equipos de rastreo y a cumplir con los aislamientos y cuarentenas.

Zupiria reiteró una vez más la importancia de "evitar más contagios", y lamentó que "a veces" da la impresión de que" no se toma "muy en serio" a esta enfermedad. Para el portavoz del Gobierno Vasco, los próximos días salpicados de no fiestas "van a ser críticos" por lo que la "responsabilidad y la prudencia" personales serán determinantes. La policía velará por el cumplimiento de la normativa anticovid y vigilará para que no se produzcan ni botellones ni aglomeraciones sin las medidas de seguridad de rigor. En este sentido, subrayó que "va a haber toda la Policía que pueda haber".

Zupiria salió al paso de las críticas que ha suscitado la actividad de la Er-tzaintza en la prevención y disolución de botellones en distintos municipios. "Hay una relación permamente -dijo- entre el Departamento de Seguridad del Gobierno Vasco y todas las policías locales de la comunidad autónoma para prever la situaciones que sean posibles de prever, y enfrentarse a ellas cuando, desgraciadamente, se producen".

Preguntado por flexibilizar las restricciones existentes, Zupiria señaló que el Gobierno Vasco solo se lo plantearía si la tasa de incidencia acumulada los últimos 14 días se sitúa por debajo de los 500 casos por cada 100.000 habitantes. "Se analizará con detenimiento si se confirma el descenso de la incidencia acumulada, y la podemos situar en unos días por debajo de los 500 casos sobre 100.000 y, sobre todo, que se consolide el descenso de las personas ingresadas en UCI y hospitales", afirmó el portavoz del Ejecutivo de Gasteiz.

"Ese sería el escenario que permitiría aliviar un poco las medidas que están en vigor". Hasta entonces: cierre de la hostelería a la una, limitación de la movilidad nocturna durante la franja horaria de una a seis de la mañana o limitación de la agrupación a un máximo de seis personas, excluidos convivientes.