- La pandemia dio al traste el año pasado con las ilusiones de la ikastola Aresketa de Amurrio, que se vio obligada a suspender el Araba Euskaraz de 2020, y este año que le correspondía al pueblo vecino, Llodio y a su ikastola, la organización de este evento, se ha reinventado para cumplir con su compromiso, no solo con la fiesta de las ikastolas alavesas, sino con el de seguir afianzando el uso de la lengua vasca -otra gran afectada por el covid-19-, la cultura euskaldun y su proyecto educativo.

Lo subrayó su presidenta, Aiara Murga, en el acto inaugural de la fiesta, que tuvo lugar ayer en la Herriko Plaza de Llodio, cuando dio “las gracias” a todos los asistentes, “por venir a apoyar a Laudio Ikastola en su 50º aniversario”; sin olvidar que la fiesta vivida ayer no era más que el colofón a todo un año de eventos, que ha tenido como objetivo abrir camino al euskera, tal y como rezaba el lema de esta edición: Zabal bideak.

De él también echó mano el consejero de Educación del Gobierno Vasco, Jokin Bildarratz, que inició su interlocución dando gracias a toda la comunidad educativa “por el trabajo hecho para garantizar la presencialidad en las aulas” para, a renglón seguido, añadir: “Me gustaría que el curso próximo nos pudiéramos centrar más en la pedagogía que en la salud”. Asimismo, el medio siglo de Laudio Ikastola le sirvió de ejemplo para referirse al sistema educativo vasco como “un árbol firme que ha crecido como proyecto de país para el futuro, desde un esqueje y hace décadas” y al que hay que seguir cuidando.

El diputado general de Araba, Ramiro González, destacó que son las familias las que “dan impulso al euskera en el territorio” y a las que se les debe, en gran parte, “el buen momento que atraviesa nuestro idioma en Araba”, apuntó, en referencia a que el 48,2% de la población alavesa entiende euskera, un dato que se eleva a ocho de cada diez personas entre los menores de 34 años.