- Etxean Geratuz son dos proyectos en uno. En primer lugar, un servicio en alimentación texturizada. ¿En qué consiste exactamente?

-Comida texturizada es que las personas que tienen problemas para tragar la comida, como por ejemplo las que han sufrido un ictus, terminan comiendo todo en purés. Los purés en los que mezclas verduras, carne y pescado acaban sabiendo todos igual y estas personas empiezan a aburrirse de la comida y a perder el apetito, teniendo incluso problemas de desnutrición. Hay una técnica con unos robots de cocina por los que se puede hacer la comida texturizada, esto es, en vez de un puré es una especie de pudin que no es tan líquido y que es de cada alimento. El pescado lleva su pudin, las verduras el suyo y la carne el suyo. La gente mayor suele decir que es como volver a comer porque recuperan los sabores. El pasado año comenzamos con esta comida en nuestra residencia de Errenteria, así que planteamos hacer un pilotaje a domicilio, ya que llevamos comida a más de 500 personas en Gipuzkoa que no pueden ya cocinar. Con la alimentación texturizada contamos con 24 usuarios de prueba con una satisfacción que al principio ha sido grandísima, pero que todavía tenemos que analizar con tiempo ya que tiene un coste mayor, aunque solo sea de unos céntimos más.

¿De dónde surge la idea? ¿Se lleva a cabo en algún otro lugar?

-Hemos tenido una referencia importante en una entidad que trabaja con personas con discapacidad en Huesca. Habían empezado con ello hace dos años, así que fuimos a aprender y nos lo pusieron muy fácil. Gracias a ellos el arranque ha sido muy rápido.

Por otro lado, el proyecto cuenta con una lavandería a domicilio.

-Para una persona mayor, llegado un determinado momento de su vida, hay dos cosas importantes a diario: qué comer y qué ponerse para vestir. La ropa y la comida son sus dos pilares del día a día. En el caso de la ropa, al estar en casa, si poco a poco se empiezan a dejar, puede degenerar en problemas de higiene. Por eso decidimos hacer un pilotaje de lavado de ropa, tanto de cama como de ropa personal, a domicilio, y así, gracias a la frecuencia de la ropa enviada, se puede saber cómo lleva los hábitos de limpieza. Tenemos a once personas haciendo pruebas, pero nos está costando. La comida texturizada es una mejora en la calidad de la alimentación, por lo que pagar un poco más no va a ningún sitio. En cambio, para la ropa, pensar que para su lavado van a tener que asumir un coste, a las personas mayores les cuesta más. Como no es un tema que no necesitan todos los días, intentan arreglarse y evitarlo. Era algo que ya lo intuíamos. También pensamos que para todas las empresas de servicio de atención a domicilio que hay podemos ser un complemento que los enriquezca. En torno al 3% de las personas mayores están en residencias, por lo que la ola de envejecimiento que viene será sobre todo a domicilio.

¿Cómo funciona ese servicio?

-Hemos montado una pequeña lavandería en Donostia. Nosotros nos encargamos de coger la ropa y del lavado, secado y planchado antes de devolvérsela a la persona. Se lo llevan en un paquete y en 48 horas está listo.

¿Cómo han sido recibidas las dos iniciativas por los usuarios?

-El de lavandería está costando algo más porque es un servicio que a las personas mayores les puede echar para atrás, pero el de alimentación claramente está siendo un éxito. A las personas que solo comen purés es darles media vida por lo aburrido que les resulta sentarse en la mesa cada vez que toca a comer un plato de lo mismo.