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Biodonostia halla marcadores sanguíneos relacionados con el envejecimiento

El objetivo del estudio es anticiparse a la dependencia que sufren las personas en su última década de vida

Biodonostia halla marcadores sanguíneos relacionados con el envejecimientoIker Azurmendi

Un estudio llevado a cabo por el instituto de investigación de Osakidetza en Gipuzkoa Biodonostia ha encontrado varios marcadores sanguíneos relacionados con el proceso del envejecimiento. La investigadora del grupo de Esclerosis Múltiple de Biodonostia, Ainhoa Alberro, ha llevado a cabo el estudio en colaboración con el Hospital Universitario Donostia con el objetivo de anticiparse a la dependencia que desarrollan muchas personas mayores en su última década de vida o un periodo mayor, y mejorar su calidad de vida, ha informado en un comunicado la Universidad del País Vasco (UPV/EHU).

La base de la investigación ha sido "encontrar los marcadores que sufren alteraciones antes de desarrollar esa dependencia, para buscar así la forma de restablecerlos y evitar que estos mayores sean dependientes en la medida de lo posible", explica Alberro. El estudio ha analizado cuatro variables relacionadas con el envejecimiento la primera de las cuales ha sido la búsqueda de marcadores del "síndrome de fragilidad", caracterizado por una disminución de reservas fisiológicas que provoca que los adultos comiencen a perder funciones y capacidades, y por tanto, puede pasar a ser dependiente.

En la segunda parte, la investigación se ha centrado en la influencia de las vesículas extracelulares en la formación de tejido muscular y óseo y ha buscado los cambios que se dan en esos procesos a medida que se envejece.

En tercer lugar ha descrito el envejecimiento de las células inmunitarias y por último han estudiado si todas las variables descritas aparecen en personas con esclerosis múltiple.

En relación al estudio de la fragilidad, Alberro ha concluido que las personas que presentan el síndrome de fragilidad y las que no "se diferencian únicamente en la expresión génica" y propone que el nivel de expresión del gen EGR1 puede ser indicador de dicha fragilidad, dado que la expresión es mayor en las personas que la sufren.

Además, ha descubierto que "la actividad física controlada reduce el nivel de expresión del gen EGR1 en personas mayores", detalla.

Los resultados obtenidos son "muy preliminares, pero si siguen adelante, puede ser novedoso utilizar vesículas extracelulares" para ayudar a reforzar los tejidos de las personas mayores que sufren osteoporosis o han perdido musculatura", ha considerado.

Respecto al sistema inmunitario, el análisis se ha centrado en los linfocitos T, ya que a medida que se avanza en la edad muchos de ellos entran en senescencia.

Sin embargo, las personas de entre 90 y 104 años que han sido analizadas, tienen un número menor de células senescentes en un tipo específico de linfocitos T, los conocidos como CD4.

Alberro ha explicado que la investigación ha reflejado que esas personas que llegan a edades avanzadas tienen menos células inmunitarias senescentes, aunque ha reconocido que "todavía es pronto para concluir que lo uno sea consecuencia de lo otro", pero el resultado "da pie a seguir investigando", asegura.

En la última parte del estudio, el equipo de Bionodostia trabajó con pacientes con esclerosis múltiple. "Al igual que el envejecimiento, la esclerosis múltiple tiene una biología muy compleja, y en esos pacientes influyen al mismo tiempo los factores relacionados con la esclerosis y los vinculados al envejecimiento", señala Alberro, que reconoce que los resultados obtenidos hasta la fecha "no son concluyentes, pero si alguna vez llegan a serlo", será a partir de la investigación básica de "cómo se envejece".