La Iglesia advierte de que sus cepillos están vacíos y pide cuotas periódicas
La incidencia del covid, con cierre de parroquias y restricciones de aforo, ha provocado la merma los ingresos de la Iglesia en las colectas
El presidente de la Conferencia Episcopal (CEE), Juan José Omella, ha advertido este lunes de que "los cepillos (de las iglesias) se están quedando vacíos" y ha pedido a los católicos que se comprometan con la labor de esta institución a través de cuotas periódicas.
Así lo ha dicho el presidente de los obispos en el discurso inaugural de la Asamblea Plenaria de la CEE, en el que ha explicado que el cierre de los templos y las restricciones de aforo como consecuencia de la pandemia han provocado que las colectas hayan menguado.
"A no pocas parroquias ya les está costando llegar a fin de mes, y las diócesis están saliendo al paso con planes de emergencia para garantizar que puedan seguir con su labor pastoral y asistencial", ha lamentado el arzobispo de Barcelona.
Así, los obispos sienten la urgencia de replantearse cómo implicar a los católicos y a la ciudadanía en general "en un momento en que los cepillos se están quedando vacíos"."Es el momento de estimular el compromiso de todos a través de cuotas periódicas que permitan abordar proyectos a medio y largo plazo", ha apostado Omella.
El presidente de la CEE ha recordado la labor de la Iglesia durante la crisis social y sanitaria y ha destacado el reparto de miles de toneladas de alimentos y la ayuda a personas en situación de dependencia, soledad y angustia a las que ha acompañado "en el trauma y en el duelo". Asimismo, ha destacado que esta institución ha multiplicado su atención a las personas y a las familias vulnerables a través de Cáritas y las comunidades cristianas.
Temas
Más en Sociedad
-
Pedrosa, a las puertas de la reunión con los sindicatos: "Acudiremos con más propuestas y más recursos"
-
El arzobispo de Burgos declara este miércoles por las acusaciones de las exmonjas de Belorado
-
El paraíso es escuchar: la magia de volver a oír
-
Los tres menores de la 'casa de los horrores' de Oviedo están "físicamente perfectos"