o es una demanda nueva, pero en las circunstancias actuales parece más justificada que nunca. El Colegio Oficial de Enfermería de Gipuzkoa (Coegi) ha sumado su voz a las de otros colectivos para dirigirse a los departamentos de Salud y Educación del Gobierno Vasco y recordarles que "resulta indispensable que todos los niños y niñas, especialmente los más vulnerables y con enfermedad crónica, puedan acceder a un servicio de enfermería en los centros educativos".

Si esta es una figura fundamental en el día a día lo es más, subrayan desde el Coegi, "ante la nueva normalidad", esa extraña normalidad hija del coronavirus.

El Colegio de Enfermería viene enarbolando la bandera de esta demanda desde hace años porque, aun sin el COVID presente, los casos que a diario se presentan en un centro escolar y que serían susceptibles de obtener una respuesta más adecuada y rápida son numerosos. Pero también se hace así altavoz de una reclamación formulada por agentes educativos, padres y madres de niños con patologías crónicas y asociaciones diversas.

"Trasladamos las inquietudes que nos formulan enfermeras de Pediatría y Atención Primaria, así como las madres y padres de niñas y niños con patologías crónicas que requieren de una atención más personalizada. También de la preocupación de las asociaciones, porque cada vez se está cargando más a la comunidad docente y a las propias asociaciones de responsabilidades ante problemas sanitarios que, realmente, no les competen", subraya la presidenta del Coegi, Pilar Lekuona.

Entre los cometidos de las enfermeras de los centros se encuentra el seguimiento y control de las enfermedades crónicas (como diabetes, asma, alergias...), la asistencia en caso de urgencias o el desarrollo de acciones de educación sanitaria, tanto al alumnado como al profesorado.

Y a esta larga lista de tareas, que ya de por sí deja en evidencia todos los fuegos que tendrían que apagar las enfermeras en los centros, cabe añadir "su función esencial en la situación de pandemia, así como la importancia de la prevención para evitar la transmisión del coronavirus".

solo en aldapeta maría

Pese al interés manifestado por distintos colectivos, lo cierto es que solo el centro escolar donostiarra Aldapeta María (anteriormente Summa Aldapeta) tiene incorporada la figura de la enfermera escolar.

Naiara Cayetano, que con el recientemente iniciado lleva seis cursos en Aldapeta, si algo ha comprobado es que no hay resquicio para el aburrimiento en un centro con más de 2.000 alumnos. Caídas, torceduras, fiebre, dolor de tripa y una larga lista de contingencias diarias se suman a la asistencia que Cayetano debe prestar a niños y niñas con enfermedades crónicas, sobre todo en los casos de los más pequeños a los que, por ejemplo, debe ayudar a suministrarse la insulina en el caso de ser diabéticos.

Esta joven enfermera lo tiene muy claro. "Al principio cuando vine no era consciente del volumen de cosas que pueden pasar en un colegio y viendo lo que hay no sé cómo se arreglan en otros centros. Cada día veo entre 20 y 25 niños, más de 4.000 al año, lo que supone una media de dos atenciones por niño", señala.

Cayetano permanece en el centro "toda la jornada escolar y estoy para todo lo que ocurra durante el día, atendiendo caídas y golpes, a los niños que vienen con dolor abdominal o de cabeza y controlando a los que tienen patologías crónicas".

Vigila, por ejemplo, la alimentación de quien así lo necesita, las inyecciones de insulina, el control de la medicación del alumnado que está en tratamiento, tareas fundamentales sobre todo entre los de los niños de cursos inferiores. "Si un niño de Primaria o Infantil necesita medicación hay que dársela y no debería ser tarea de los docentes. Hay crisis epilépticas, shock anafilácticos en casos de alergias, hipoglucemias... Y hay que saber actuar. Los profesores, aunque reciban formación, no son sanitarios, no tienen por qué conocer la enfermedad y cómo responder", añade.

Por las manos de Cayetano pasan distintas medicaciones, permisos paternos e informes médicos que ella puede controlar sin problemas al ser esta su profesión.

Regular la existencia de esta figura, como se subrayó en unas jornadas sobre el tema organizadas por Coegi, debería de ser prioritario ya que, en palabras de uno de los participante, "si las piscinas no pueden abrir al público sin socorrista, los centros educativos no deberían abrir sin personal sanitario".

para los centros pequeños

Respecto a la posibilidad de crear unidades itinerantes que puedan actuar por zonas y atender a centros de pequeño tamaño, como posible salida intermedia, Cayetano opina que no es una solución adecuada. "Yo no me vería yendo a distintos centros, porque siempre hay algo y también hay que realizar seguimientos", apunta. "Hay comunidades autónomas que tienen este servicio, sobre todo porque lo han solicitado padres y madres de niños con enfermedades crónicas, pero no lo veo. Pueden ir a inyectar a un niño la insulina pero igual no están si tiene una hipoglucemia".

Las OSI tienen activo un servicio de Salud Escolar, pero incluso profesionales de este servicio abogan por que se impulse la figura de una enfermera en los centros.

"Evidentemente, si se admite y consigue implantar la enfermera escolar, somos conscientes de que hay colegios pequeños en los que, por número de alumnos, no tendría sentido contratar una enfermera; por lo que sí sería posible que una enfermera atendiera diferentes centros educativos. Serían fórmulas a estudiar", señala la presidenta del Coegi, Pilar Lekuona.

"Lo importante en cualquier caso es profesionalizar la atención de la salud de los escolares, algo que contribuiría a la tranquilidad de muchas familias. La enfermera escolar es una figura que colabora incluso en la educación del alumno, porque muchos problemas de salud vienen dados por determinantes sociales. Cada etapa de la vida tiene sus propios problemas, detectarlos y prevenirlos y ser el vínculo entre la educación y la salud, algo que puede hacer la enfermera escolar, es importante a futuro" subraya Lekuona.

La presidenta del Coegi insiste en la idea de que contar con una enfermera en los centros hace posible "que los profesores se dediquen a su labor: la educación, no la salud. La enfermera escolar debe ser parte de un equipo dentro de la educación. La salud es muy importante en el mundo educativo, y el COVID-19 nos ha hecho ser más conscientes de ello".

"La salud es muy importante en el mundo de la educación y la COVID lo evidencia"

Presidenta del Coegi

"Cada día atiendo a más de 20 niños, no sé cómo se arreglan los centros que no tienen enfermera"

Enfermera en Aldapeta María