santiago de compostela - Son pocas las horas que faltan para que José Enrique Abuín Gey, El Chicle, y único procesado por el crimen de la joven Diana Quer, se siente en el banquillo para responder de estos hechos en una vista oral que llega precedida de un intercambio de denuncias entre los padres de la víctima. Será mañana cuando el autor confeso de la muerte de esta chica madrileña comparezca ante el juez para prestar declaración ante un jurado popular, que se constituirá hoy y que será el encargado de emitir un veredicto.
La jornada de mañana será de especial relevancia para la familia de la víctima mortal, puesto que será el mismo día en el que sus padres, Juan Carlos Quer y Diana López-Pinel, enfrentados en los últimos tiempos por acusaciones de presuntos malos tratos y denuncias falsas, presten declaración como testigos.
A continuación, entre el miércoles y el 8 de noviembre, desfilarán por los juzgados compostelanos más de 50 testigos y 40 peritos que intentarán dar luz a lo ocurrido en agosto de 2016.
Según se estima, será la semana del 11 de noviembre cuando se le haga entrega al jurado del objeto de veredicto, tras lo que se iniciará el periodo de deliberación.
Abuín Gey deberá responder ante la Justicia por la presunta comisión de los delitos de asesinato con alevosía y ensañamiento, detención ilegal y agresión sexual.
Precisamente, dilucidar si Diana Quer sufrió una agresión sexual, como defienden Fiscalía y acusación particular será uno de los puntos clave de la vista oral puesto que esta circunstancia es precisa para que, junto al delito de asesinato, José Enrique Abuín sea condenado a la pena de prisión permanente revisable.
Diana Quer salió el 22 de agosto de 2016 a las fiestas de A Pobra do Caramiñal (A Coruña), donde veraneaba con su madre, Diana, y su hermana menor, Valeria, romería de la que nunca regresó. Su cadáver se encontró en el pozo de una antigua fábrica de gaseosas el 31 de diciembre de 2017. Su cuerpo llevaba allí 500 días.
Al Chicle se le enjuiciará por supuestamente haber abordado a la joven de madrugada cuando ella se dirigía a la casa en la que se alojaba por el paseo Areal. También por introducirla valiéndose de la fuerza en el maletero de su vehículo para, acto seguido, sujetarla con unas bridas, amordazarla con cinta adhesiva y arrojar su móvil al sobrepasar el puente sobre la ría a la altura de Taragoña.
Las pesquisas apuntan a que, tras llegar a una nave industrial abandonada en Rianxo, muy cerca de la vivienda que habitan los padres de Abuín Gey, con la muchacha atada, sometida y aterrorizada, la habría violado, estrangulado y arrojado el cuerpo a un pozo lleno de agua. - Efe