Donostia - El Gobierno Vasco elevará el alquiler de las viviendas acogidas al programa ASAP y ofrecerá a sus propietarios garantías adicionales en caso de impago, mejoras en el seguro del inmueble, en el arreglo de desperfectos y en la defensa jurídica, para así captar más pisos vacíos y ponerlos en alquiler.

El consejero de Medio Ambiente, Planificación Territorial y Vivienda, Iñaki Arriola, presentó ayer las modificaciones del decreto que regula el programa ASAP (Alquiler Seguro Precio Razonable, en sus siglas en euskera), al que hay adheridos 268 pisos (21 en Araba, 165 en Bizkaia y 82 en Gipuzkoa), aunque se quiere llegar a 600 el año próximo. El principal reclamo para conseguirlo es el aumento de las rentas máximas que se pagarán al propietario y que en la actualidad se sitúan en los 497 euros de media.

A partir de ahora en las capitales se abonarán 750 euros (antes los máximos eran de 650 en Donostia y 600 en Bilbao y Gasteiz); 650 euros en las áreas metropolitanas y localidades con más de 10.000 habitantes (antes eran 550), y 600 para el resto (frente a los 400 de antes para municipios intermedios y 400 para los más pequeños). Además se mejoran las garantías a los arrendadores. En caso de impago se les asegurará el cobro de 20 mensualidades (hasta ahora eran 14) y se incrementarán las coberturas por defensa jurídica y reparación de los desperfectos que no sean consecuencia del uso o del paso del tiempo.

El seguro del hogar, que pagará el Gobierno y que tiene un coste medio de 165 euros por vivienda y año, tendrá un capital asegurado de 80.000 euros para el continente, 10.000 para el contenido y 601.100 euros por responsabilidad civil.

También se modifican los baremos de ingresos que deben cumplir los interesados en alquilar una vivienda mediante este programa. El tope máximo se mantiene en los 39.000 euros, pero el mínimo se eleva de 12.000 a 15.000. La renta no podrá en ningún caso superar el 30% de los ingresos del solicitante.

El consejero explicó que este programa está orientado a las personas que ganan más de 21.100 euros y que por tanto no pueden acceder al programa de alquiler social Bizigune, pero que también “tienen dificultades para pagar los precios del mercado”. - Efe