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“La piel tiene memoria y el daño es acumulativo, una quemadura puede tener consecuencias en un futuro”

Aitor de Vicente, dermatólogo en la Policlínica de Gipuzkoa, incide a puertas del verano en una idea: más vale prevenir que curar el cáncer de piel

“La piel tiene memoria y el daño es acumulativo, una quemadura puede tener consecuencias en un futuro”

donostia -Con la llegada del verano parece que se despierta la preocupación por los problemas de la piel. Pero aunque sea la temporada estival en la que en mayor medida estamos expuestos a los rayos ultravioleta, a veces en exceso y con insuficiente protección, el cuidado de nuestra epidermis debe ser constante. De cuidados, riesgos y patologías de la piel sabe, y mucho, el dermatólogo de la Policlínica de Gipuzkoa Aitor de Vicente.

Con los primeros rayos de sol surge la preocupación por el cuidado de nuestra piel.

-Es verdad que la radiación ultravioleta empieza a ser más potente en esta época del año y hay que protegerse más por el riesgo de quemaduras solares. Hacemos hincapié en el verano pero deberíamos protegernos todo el año.

¿Cómo tenemos que cuidarla?

-Deberíamos utilizar filtros solares con un factor de protección elevado, superior a 30, porque aunque nos fijemos más en el cáncer de piel son muchas las enfermedades que empeoran con el sol. También el foto envejecimiento está relacionado con la exposición crónica. Todas las medidas de protección deberían de ser concienzudas e incorporadas al día a día.

Siempre con la crema puesta.

-Sí, en zonas menos visibles donde el sol no nos enrojece la piel directamente la radiación se va acumulando, porque la radiación ultravioleta de tipo A penetra más en la piel pero no duele.

¿Hay grupos de riesgo para tener un melanoma?

-En relación al cáncer de piel, más concretamente al melanoma, que es quizá el tipo más conocido, las persomas con antecedentes familiares de melanomas o las que tienen muchos lunares deberían de pasar controles con un dermatólogo. También los pacientes inmunosuprimidos y trasplantados requieren de un estrecho seguimiento, así como las personas que tienen piel y ojos claros.

¿En qué nos tenemos que fijar si nos sale una mancha en la piel?

-Los cambios en los que nos deberíamos fijar con los lunares serían los progresivos. Lo importante es la evolución de una lesión pigmentada, que va cambiando en lo que llamamos el ABCD de los lunares, que hace mención a la asimetría del lunar, que no sea regular; a los bordes, que también sean irregulares; a los colores, que tenga varios o que vayan cambiando a lo largo del tiempo, y al diámetro, que sea mayor de 6 milímetros.

Muchos aspectos a considerar.

-Lo más importante es observar si esos cambios se realizan de forma paulatina, que veamos que el lunar va creciendo, se va oscureciendo o que es cada vez más irregular. En ese caso hay que consultar a un dermatólogo, aunque lo aconsejable es hacerse revisiones periódicas.

¿Que viene después?

-Si el diagnóstico es muy temprano normalmente el pronóstico del melanoma es bueno. Con un procedimiento quirúrgico se extirpa la lesión. La gravedad del melanoma depende principalmente del grosor. Si es muy delgado, normalmente con la cirugía y controles periódicos es suficiente. Si es grueso, hay más posibilidades de que se extienda a otras zonas del cuerpo, principalmente a los ganglios linfáticos y, así, después dar metástasis. En ese caso el tratamiento es más complejo. En los últimos siete u ocho años han surgido tratamientos muy esperanzadores, como medicamentos que bloquean vías metabólicas propias del melanoma y también de otros tumores. También se ha desarrollado la inmunoterapia, con nuevos medicamentos. Se está mejorando la supervivencia en el melanoma avanzado. Pero lo fundamental es que se coja el melanoma al principio.

¿Cuál es la incidencia?

-La incidencia en el Estado español es de 9,7 casos por cada 100.000 personas. Tiene que ver también la zona geográfica. La incidencia sigue en aumento porque los hábitos de vida han cambiado. La gente joven, pese a estar informada, desarrolla su ocio al aire libre y quiere estar morena. Pero también ha aumentado la detección precoz y muchos melanomas se diagnostican en estadios iniciales, por lo que la supervivencia va mejorando.

¿Tendríamos que hablar también de otros tipos de cáncer?

-Sí, claro. El melanoma se relaciona con la exposición solar intermitente e intensa en las primeras décadas de la vida. Pero hay dos tipos de cáncer de piel muy frecuentes, con una tasa de curación mucho mayor que hay que tener en mente: el carcinona basocelular, que es el cáncer más repetido en el ser humano, y el carcinoma espinocelular. Estos tumores están relacionados con la exposición crónica al sol a lo largo de la vida, como es el caso de las personas que han trabajado al aire libre. Pero cada vez los vemos más en gente joven. Aunque no tienen la repercusión mediática del melanoma son mucho más frecuentes.

¿Podría explicar la diferencia?

-Los dos últimos cánceres no están tan relacionados con quemaduras o exposiciones puntuales al sol, sino que están más en relación con la exposición crónica al sol y aparecen en zonas foto expuestas, como la cara o el cuero cabelludo. Dan mucha menos metástasis que el melanoma. El carcinoma basocelular no lo da, o es anecdótico, y el espinocelular, sí tiene un potencial de metástasis a los ganglios cercanos. Su origen es diferente, ya que los carcinomas derivan del queratinocito, que es la célula principal de la epidermis. El melanoma deriva del melanocito, que a su vez deriva del tubo neural y son células que han migrado durante el desarrollo fetal a la piel. El comportamiento biológico es diferente.

¿El melanoma surge como consecuencia de las quemaduras solares?

-Hay varios tipos de melanomas pero en general los tipos más frecuentes se relacionan con exposiciones agudas al sol con quemaduras, sobre todo en las primeras décadas de vida. El melanoma aparece en un 75% de los casos sobre piel sana y no sobre un lunar previo.

¿La piel tiene memoria?

-Sí y el daño que se genera es acumulativo. Por eso hay que hacer tanto hincapié en la prevención en gente joven, que no es tan consciente del daño que estas quemaduras pueden generar a futuro.

Parece entonces fundamental proteger bien del sol a los niños.

- Los primeros seis meses de vida no deberíamos de exponer a los niños al sol. De los seis meses a los dos años, con mucha cautela y usando filtros físicos. Pero el problema es mayor en la adolescencia, cuando ya no les controlamos.

Algunas pautas para ellos.

Hay que educarles a que no se expongan al sol en las horas intermedias del día en verano -de 11.00 a 16.00 horas- y que usen los filtros solares con la frecuencia y cantidad adecuada. Usamos la cuarta parte de lo que se aconseja, porque el factor de protección se obtiene aplicando una cantidad importante de crema por centímetro cuadrado. Además, nos olvidamos de algunas zonas, como las orejas y los empeines. Otra cosa importante es reponer la crema cada dos horas y proteger el cuero cabelludo con un gorro. Tampoco hay que olvidar que el sol da directamente o indirectamente reflejándose en la arena y nos ponemos en la sombra sin crema.

Los melanomas y otros carcinomas de la piel son las afecciones que más alarman, pero hay muchas más.

-Efectivamente hay muchas. La mayoría de las patologías de la piel que vemos, al margen de las generadas por el sol, son inflamatorias: soriasis, dermatitis atópica, etc. La dermatitis atópica, que afecta a lo largo de la vida casi al 20% de las personas, está relacionada con una sensibilidad a diferentes alérgenos. Muchos de estos pacientes tienen la denominada marcha atópica, que engloba intolerancias alimentarias, asma y rinitis alérgica, por lo que existe una mayor incidencia de brotes en primavera.

¿Es una patología muy frecuente?

-La incidencia de la dermatitis atópica también ha aumentado. Tiene una base genética, pero luego se genera una disfunción de la función de la barrera de la piel que se inflama, pica y se forman placas, eccemas y lesiones de rascado.

¿Podría darnos algunos consejos para mantener la piel sana?

-Es importante hidratarse la piel, usar foto protectores, dormir ocho horas, no fumar, el tabaco provoca envejecimiento en la piel; llevar una dieta variada, si tenemos déficit de vitamina D tomar suplementos y también nos pueden ayudar los antioxidantes.

¿Ese ansia por estar morenos hace que nos arruguemos más?

-Lo que denominamos foto envejecimiento se relaciona con eso, con la exposición reiterada al sol. Salen manchas en la piel, arrugas... La radiación ultravioleta no es homogénea y algunos rayos, como los ultravioleta A, son los principales causantes del foto envejecimiento.