donostia - Los SWAT vigilan la selectividad en China y quien se atreva a copiar sabe que se enfrenta a siete años de cárcel. En Marruecos te detiene directamente la Policía, y si te pillan copiando en Francia te inhabilitan cinco años para presentarte a cualquier examen oficial. La UPV/EHU ha decidido atajar las prácticas fraudulentas en el ámbito académico como copiar en los exámenes, suplantar la identidad, plagiar en los trabajos y tesis doctorales o la compra y venta de trabajos académicos. Así, desde el año que viene los estudiantes deberán firmar una declaración por la que se comprometen a actuar con honradez y a no incurrir en plagios ni en otras prácticas “inaceptables” durante su permanencia en la universidad.
Dependiendo de la gravedad de la falta, las sanciones van desde el suspenso o la pérdida de matrícula de la asignatura a la privación temporal del derecho de asistencia a una determinada clase, la amonestación pública, la expulsión temporal o a perpetuidad de la universidad o la pérdida de la beca. Y en el caso de prácticas fraudulentas de especial gravedad, como falsedad documental o la usurpación de funciones públicas, la persona infractora se podría enfrentar a penas de entre tres y seis años de cárcel y multas.
La universidad también pondrá coto al plagio. Con el fin de salvaguardar la calidad y el prestigio de la UPV/EHU y su personal docente e investigador, la universidad pondrá a disposición del profesorado una herramienta que permite la detección de citas incorrectas o coincidencias entre trabajos académicos en los trabajos de fin de grado, trabajo de fin de máster y tesis doctorales. El uso de este software será “obligatorio” en el caso de las tesis. El protocolo no se aplicará a los plagios accidentales o no intencionados que se suelen producir en los primeros años de carrera por el desconocimiento del uso correcto de las fuentes.
Para prevenir la suplantación de identidad, el profesor podrá pedir en cualquier momento de un examen la identificación, bien el DNI, el carné de estudiante o el pasaporte.
La irrupción de las tecnologías de la información han diversificado el modus operandi de los copiones. Las típicas chuletas en el boli o la tinta invisible han dejado paso a herramientas más sofisticadas, como los dispositivos móviles o los pinganillos para obtener las respuestas correctas. Por eso, quedará prohibida la utilización de libros, notas o apuntes, así como de aparatos o dispositivos telefónicos, electrónicos o informáticos. En el momento de celebración de la prueba el profesor indicará a la clase los lugares en que deben depositar los materiales no autorizados. En opinión de Araceli Garín, vicerrectora de Estudios de Grado y de Posgrado, el protocolo servirá para “concienciar a nuestro alumnado de la importancia de las buenas prácticas a lo largo de su vida académica en la universidad así como orientar y apoyar a nuestro profesorado ante conductas que puedan contravenir los valores éticos que promueve la UPV”.