carnaval hay muchos; el de quien se crece ante el público en una callejuela de la parte vieja, el de los bailes con coreografías mil veces ensayadas, el de la parodia políticamente incorrecta que tantas carcajadas arranca, el familiar con pequeñas plataformas a cuestas... Pero para ellos, para los fieles a la carroza, no hay Carnaval sin ella. Subidos a su escenario particular sobre ruedas, en cuadrilla o en familia, es como disfrutan del Inauteriak, donde montan su número, se guarecen de la lluvia y donde se olvidan del mundo por un día.
Las horas, los días, pasan rápido en el pabellón Bellota del polígono Usabal que el Ayuntamiento de Tolosa ha alquilado también este año para que los grupos de las carrozas más grandes puedan realizar su trabajo.
La Última Cena
En ello están aún David Rodríguez e Iñigo Tolosa transformando “desde cero” una carroza que han comprado para convertirla en el decorado de La Última Cena. “Casualidad, somos trece componentes en el grupo y se nos ocurrió la idea de salir de Jesús y los doce apóstoles. Somos once de Tolosa y llegan dos amigos de Barcelona, que vinieron el año pasado y repiten”, explican los jóvenes. Su carroza es de las más grandes y, aunque todavía les queda algo de trabajo decorativo por delante, tienen preparado ya un teatro con baile. “Haremos play-back, que ya tenemos grabado, para que el martes no nos pille sin voz...”, se ríen.
Los gánsters de la tele
Y de una temática clásica, a una parodia moderna. La cuadrilla de Jorge Aranburu ha apostado por la serie de televisión de moda Peacky Blinders que tiene como protagonista a una familia de gánsters de los años veinte de Birmingham. “La verdad es que yo no la conocía”, reconoce Aranburu, pero sus decisiones, asegura, son muy democráticas y “la mayoría manda”. Están trabajando a destajo para convertir su carroza en un pub irlandés que dará cobijo a los 26 integrantes de la cuadrilla. “Queremos dar la mejor imagen posible, hacer algo decente... Algunos se están encargando de la megafonía, otros de labores como la soldadura o la madera, otros del baile. ¡Hay trabajo para todos!”, exclama mientras mira a sus compañeros con cierta ironía.
La carroza familiar
Aunque el pabellón de Bellota parece estos días un gaztetxe, Juan Carlos Elizalde y Joxemi Iruin están encantados de ver que el Inauteriak tiene cantera en Tolosa. El suyo es un Carnaval de carroza, pero sobre todo, un Carnaval familiar. “Somos de las pocas comparsas que quedan en plan familiar. Es algo atípico viendo en desarrollo que está teniendo el Carnaval, que tiende a organizarse en cuadrillas. En su origen nosotros también éramos una cuadrilla de jóvenes, que empezamos con catorce años con un pequeño carro, pero hemos ido incorporando a nuestros hijos e hijas. No hay que añorar tiempos pasados, pero sí que se echan en falta un poco la improvisación y la risa tan propia del Carnaval de Tolosa”, explica Juan Carlos Elizalde.
Procuran que en todos sus números haya baile y “algo de chispa”. También habrá parodia este año. Prefieren no avanzar demasiado sobre su show de este año, aunque la temática serán los mosqueteros. Tampoco ellos conciben el Carnaval sin carroza. “Como nosotros hay muchos, pero es cierto que nosotros tratamos de decorar bien la carroza y ahora entre los jóvenes se prima quizá más la música, el ambiente...”, argumentan los veteranos carnavaleros tolosarras.
Una carroza y 36 chicas
A Iara Durán y su 35 amigas ¡35! les están faltando manos para convertir su carroza en una cueva para montar el domingo de Carnaval un akelarre donde no faltarán la bruja y personajes mitológicos. “Cuanto más tarde son los Carnavales peor, porque nos relajamos más. Todavía nos faltan cosas, pero llegaremos seguro”, se mostraba optimista la joven. Son todas chicas, de diferentes cuadrillas de Tolosa, que se han juntado para sacar una carroza juntas. “Así los gastos se dividen entre más gente. Antes salíamos con una carroza pequeña, pero teníamos envidia de las grandes y es el segundo año que salimos a lo grande. La experiencia fue buenísima y repetimos: la carroza es lo mejor”, dice.
El ‘zoo-ilogikoa’
A Xabi Irazu y Jorge Mateos no les ha pillado precisamente el toro, pero sí otros animales como el gorila, la jirafa y el mono. El zoológico al completo. Y es que andan faltos de tiempo para materializar el número de este año: la representación de un popular monólogo de Dani Rovira en el que habla de animales raros: Zoo-ilogikoa. Este año han tenido alguna baja y serán diez componentes, pero las ausencias no han hecho mella en el grupo. “Antes teníamos una carroza más grande y la vendimos para comprarnos una pequeña. Para nosotros es suficiente, tenemos una carpa por si llueve y no nos hace falta más. Eso sí, salir con carroza, aunque sea pequeña, es importante para nosotros”, concluyen.