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Menos txakoli pero de gran calidad

La climatología no ha ayudado, pero sí el esfuerzo de los productores para evitar que las enfermedades estropearan las vides. Este esfuerzo ha obtenido los resultados deseados, con un txakoli afrutado y algo más alto en graduación.

Menos txakoli pero de gran calidad

Nubes, claros y lluvia acompañaron ayer la celebración del Txakolin Eguna que, como ya viene siendo habitual, reunió en Getaria a cientos de personas ansiosas de probar los últimos caldos.

No ha sido el 2018 un año bueno para la cosecha de la uva. Lo recordó ayer el presidente de la Denominación de Origen Getariako Txakolina, Emilio Ostolaza. La climatología no ha ayudado. “El tiempo fue muy especial en 2018. Tuvimos que hacer la poda bajo la lluvia y aunque en primavera y verano dejó de llover entró la niebla, que es muy perjudicial para la cosecha”.

“Hemos hecho un gran esfuerzo para controlar las enfermedades”, añadió Ostolaza, que explicó que “gracias al tiempo de septiembre se ha conseguido uva de calidad”, con un txakoli “de mucho cuerpo, con más graduación que el del pasado año, entre 0,5 y 1 grado más, y de sabor afrutado”. La conclusión: este año se degustará un txakoli “maravilloso”.

Las 33 bodegas inscritas en la cosecha de 2018, de las que 12 están ubicadas en Getaria, 7 en Zarautz y el resto en diversos municipios del territorio, se han nutrido de la uva que 150 viticultores han cultivado en 432 hectáreas.

La producción de 2018 ha sido un 10% inferior a la de 2017 y se han logrado elaborar 3.475.000 litros de txakoli, 3,1 millones de botellas; para lo que se ha utilizado, principalmente, uvas de la variedad Ondarrabi Zuri, un 95%, y Ondarrabi Beltza, un 3%. El resto se completa con otras variedades blancas admitidas.

Pero, contra viento y marea, el txakoli que vivió ayer su puesta de largo es de gran calidad. En el día de San Antón, como es ya tradición, las calles de Getaria se quedaron pequeñas para acoger a todos los que quisieron probar una de las bebidas con más label de Gipuzkoa.

La jornada, aunque entre chaparrones, discurrió en un ambiente festivo y en la carpa del frontón por la mañana no cabía una aguja. Todos los que se desplazaron hasta Getaria abonaron los 6 euros que les daban de derecho a comprar una copa y consumir cinco txakolis aunque, como recomendó el bertsolari Andoni Egaña, mejor hacerlo con el estómago lleno.

A esta cita no quiso faltar el diputado general de Gipuzkoa, Markel Olano, que recordó que 2019 será para Getaria un año muy especial, que comienza con el Txakolin Eguna pero que será testigo de los eventos organizados en torno a la conmemoración del 500 aniversario del inicio de la vuelta al mundo de Juan Sebastián Elcano.

En el transcurso del acto de presentación del nuevo txakoli, que comenzó con los sones de la alboka y la txalaparta de 3 taula txalaparta, se hizo entrega del reconocimiento Mahasti Jaun, que este año se le ha concedido a Jakitea Elkartea y que fue recogido por su presidente, Xabier Zabaleta, y su vicepresidente, Juan Manuel Garmendia.

Jakitea recibió este reconocimiento por su labor en favor de la promoción de los productos autóctonos y “la cocina de aquí y de siempre”, de la que se encargan los 29 restaurantes adheridos.

Tras la entrega del reconocimiento las jóvenes dantzaris de Gure Txeruko bailaron un aurresku de honor para ceder las tablas a los representantes de las distintas bodegas, con los que tanto los galardonados como los representantes institucionales -entre ellos la teniente de alcalde de Getaria, Begoña Garate, y la diputada foral de Promoción Económica, Ainhoa Aizpuru- posaron para realizar la tradicional foto de familia.

Además de los bertsos, antes de dar el pistoletazo de salida a la cata general, las jóvenes dantzaris bailaron el Txakoli Dantza, a los sones del tema Txakolin interpretado por el coro de Getaria, que animó a los presentes a brindar con su copa por el txakoli berria.

año trabajoso Maixabel Etxaniz, de la bodega Flysch, que debe su nombre a estar situada en el corazón del Geoparque, explicaba que el txakoli de este año “es bueno”. “La fruta ha sido de gusto potente y en graduación será algo superior al del año pasado”.

Etxaniz coincide al señalar que la cosecha “no ha sido tan buena como en años anteriores, porque el tiempo no ha ayudado demasiado”. Pese a todo “el txakoli que se probará será muy bueno”, aseguró.

Afirmó que, en su caso, la producción ha descendido en torno al 25%, porque “ha hecho mucha humedad a la noche y ha habido días con temperaturas muy altas, lo que favorecer que lleguen las enfermedades de la vid. Ha costado mucho trabajo mantenerlas”.

La matriarca de la bodega Flysch, que atendía tras el mostrador acompañada de sus hijos, también dio testimonio de que el txakoli es cada vez más una bebida apreciada en el exterior. Aunque el principal mercado de su bodega es el más próximo, también venden en EEUU, Inglaterra y a algunos “clientes pequeños en Noruega y en Alemania”.

Al estar situados en medio del Geoparque han sido muchos los visitantes que se han acercado a esta bodega para, con posterioridad, oficiar el papel de embajadores en sus países. “Pasaban, probaban el txakoli y, por lo que se ve, les gustó y tras contarlo en su tierra desde distintos países contactaron con nosotros y se acercaron a conocernos. Así hemos comenzado la relación”.

En 2018 las ventas de Getariako Txakolina se incrementaron en un 2,5% respecto al año anterior. El principal mercado sigue siendo Gipuzkoa y el resto de Euskadi, donde se distribuye el 80% de la producción.

En el Estado los puntos de venta más destacados son Madrid y Barcelona, con un 10% de lo que se produce, pero va tomando cada vez un mayor peso el mercado internacional, aunque todavía solo se lleve otro 10%.

En este mercado el reparto es el siguiente: el 65% del txakoli viaja a EEUU, un 10% a Francia, un 5% a Reino Unido y un 5% a Japón, repartiéndose el resto en distintos países, aunque destaca el aumento de la exportación a los países nórdicos.

Aunque, sin viajar tanto, no es nada desdeñable la cantidad de txakoli que se consumió en la jornada de ayer en Getaria, cerca de 1.500 botellas procedentes de las 23 bodegas participantes en esta iniciativa: Agerre, Aizpurua, Akarregi Txiki, Ameztoi, Arregi, Basa Lore, Elkano, Etxetxo, Flysch, Gaintza, Gañeta, Hiruzta, Inazio Urruzola, Katxiña, Mokoroa, Rezabal, Roke Eizaguirre, Sagarmiña, Talai Berri, Txomin Etxaniz, Ulacia, Urki y Zudugarai.

Y es que en el Txakolin Eguna, en la jornada en la que se presenta la cosecha nueva, “se siente una sed especial, una sed nueva que surge en el interior de cada cual”. Al menos así lo considera el bertsolari Sebastian Lizaso que, como no podía ser de otro modo, brindó con txakoli.