donostia - “Desde hace años tenemos una Atención Primaria exprimida y ahogada”. Así lo aseguró ayer el Colegio de Médicos de Gipuzkoa, que mostró de esta manera su apoyo a los profesionales que llevan ya un tiempo criticando la pérdida de calidad del servicio. Ayer mismo, los médicos de familia volvieron a concentrarse durante 15 minutos frente a los centros de salud del territorio para exigir medidas que palien una situación que consideran que es “peligrosa”, tal y como denunciaron en NOTICIAS DE GIPUZKOA dos médicos, una enfermera y una farmacéutica de Atención Primaria.

A esta reivindicación del colectivo se sumó el Colegio de Médicos, cuya Junta de Gobierno emitió una declaración defendiendo este servicio en el que trabajan 800 facultativos en Gipuzkoa por ser “un pilar fundamental” del sistema de salud, “si no el más importante”, un lugar en el que los pacientes “han encontrado durante años a su médico de referencia, a su figura de confianza”.

Pero para generar esta relación se necesita tiempo “para escuchar, explorar y diagnosticar” a las personas y precisamente esto es lo que falta. A este problema se suma la ausencia de personal sustituto en periodos de vacaciones, la “excesiva” burocracia “inasumible e incompatible” con la jornada laboral actual de los médicos de familia, la “inestabilidad” de los contratos y la “precariedad” de las condiciones laborales.

Por todo ello, desde el Colegio de Médicos creen que ha llegado la hora de “tomar medidas a corto, medio y largo plazo” para poner freno “cuanto antes” y no seguir “debilitando” la Atención Primaria y, como consecuencia, todo el sistema de salud. “No podemos obviar, además, que el uso del servicio aumenta cada año, con una población envejecida, con cada vez más pacientes crónicos, que debemos atender en domicilios o con un incremento de la demanda de cuidados paliativos”, insistió el Colegio en un comunicado.

“Nos jugamos mucho y hasta ahora se ha perdido demasiado”, subrayó. En este sentido, señaló que ha disminuido la autonomía y el poder de decisión, ha empeorado el clima para que el médico lleve a cabo su labor y se han reducido las oportunidades para realizar actividades de docencia o investigación. “Gracias al trabajo y compromiso de los profesionales aún no hemos perdido la confianza de nuestros pacientes y el prestigio de nuestra profesión pero, sin duda, ambas cosas también están en juego dadas las condiciones en las que se está trabajando actualmente”, denunció la Junta de Gobierno de esta institución.

Porque “por encima de todo”, recordó, lo que está en juego es la salud de los pacientes, ya que sin tiempo para explorarles, escucharles o tratarles “no se puede garantizar una atención de calidad, lo que pone en riesgo su seguridad”. - R.Gabilondo