La Ertzaintza y las policías locales de Euskadi intensificarán durante el verano los controles preventivos de alcohol y drogas a los conductores.

Se reforzarán estos controles especialmente entre el 16 y el 22 de junio, del 14 al 20 de julio y los fines de semana de agosto del 1 al 3, del 15 al 17 y del 22 al 24, ha informado este domingo el Departamento vasco de Seguridad.

Según la Ley de Seguridad Vial y el Reglamento General de Circulación, someterse a dichos controles es obligatorio para todas las personas conductoras que sean requeridas por parte de la autoridad o sus agentes en un control preventivo. En caso de negarse se les podrá imputar un presunto delito contra la seguridad vial y una sanción de hasta 1.000 euros.

El control de alcoholemia comprende dos pruebas de aire espirado entre las que median, al menos, 10 minutos. Si el resultado es inferior a 0,25 miligramos de alcohol por aire espirado (0,15 para profesionales y aquellos con menos de 2 años de antigüedad en su permiso de conducción), el conductor podrá seguir su ruta. Si el resultado es superior se incurrirá en una infracción administrativa y si arroja un resultado de más de 0,60 miligramos se considerará un delito contra la seguridad vial, ha recordado Seguridad.

Si el resultado de la prueba es positivo, a petición de la persona interesada o por orden judicial, se podrá repetir a efectos de contraste, preferentemente mediante análisis de sangre. El resultado positivo se considera infracción administrativa muy grave y se sanciona con 500 euros y la retirada de 4 puntos si es inferior o igual a 0,50 y si es superior o igual a 0,60 la multa es de mil euros y se retiran 6 puntos.

En el caso del control de drogas la prueba se realiza a partir de una muestra de saliva. Si da positivo se confirma en un posterior análisis en laboratorio. De confirmarse el positivo se considera una infracción muy grave y se sanciona con 1.000 euros y la retirada de 6 puntos.