donostia - Euskaraldia no es tan solo una adhesión a favor del euskera, ni una fiesta, sino que será una implicación social de los ciudadanos de Euskal Herria con el objetivo de transformar las inercias lingüísticas y demostrar que es posible comunicarse en euskera en situaciones y lugares tan habituales como el trabajo, la familia, la cuadrilla, las tiendas del barrio, el deporte o el ocio. Es decir, los organizadores proponen utilizar el euskera, por ejemplo, para comprar el pan, ir al banco o quedar con los amigos.

Euskaraldia buscará cambiar los hábitos lingüísticos para pasar de comunicarnos en castellano a comunicarnos en euskera en todas aquellas situaciones en las que sea viable, además de romper los estereotipos que cada día aparecen en torno a este idioma.

Durante este ejercicio resultará fundamental el papel de las personas que van a asumir los roles de Ahobizi y Belarriprest, ya que serán los ciudadanos los que van a fomentar que el euskera esté presente en la calle. Y una de las maneras será asumiendo el rol de Belarriprest, menos demandado hasta la fecha.

actitud positiva ¿Qué implica convertirse en Belarriprest? Serán aquellos ciudadanos que pidan que les hablen en euskera ya que entienden el idioma, a pesar de que quizá respondan en castellano, según el nivel o la situación. Tanto Ahobizi como Belarriprest contarán con unas chapas identificativas que harán reconocible su participación activa en Euskaraldia durante los once días. De este modo, el resto sabrá que entiende o que habla euskera.

Los Belarriprest tienen que demostrar una actitud positiva, puesto que a las personas que saben euskera les pedirán que les hablen en este idioma. Y lo más importante es que a las personas que quieran hablar en euskera les ayudarán a que continúen: “¡Háblame en euskera que te entiendo!” Y si quieren, puede lanzarse a hablar en euskera.- B. Martín