donostia - El Gobierno Vasco presentará en las próximas semanas un nuevo decreto que permitirá a cada Ayuntamiento eximir a los caseríos que no se encuentran en zonas urbanas de pasar la Inspección Técnica de Edificios (ITE). El plazo de notificación a los más de 73.000 edificios de Euskadi con más de cincuenta años de antigüedad para ponerse al día finalizó ayer.
La Ley de Vivienda aprobada por el Parlamento Vasco en 2015 obliga a todos los edificios de más de 50 años a pasar la ITE, incluidas las viviendas unifamiliares con preferencia residencial. Dentro de esta categoría se encuentran los caseríos, por lo que estos también debían de acogerse a la inspección una vez les fuese notificada.
Los sindicatos agrarios Enba y Ehne solicitaron al Gobierno Vasco eximir a los caseríos nada más aprobarse la normativa, ya que en muchos casos, estas viviendas no se encuentran ubicadas en entornos urbanos.
“La Ley buscaba proteger a los viandantes y a un segundo edificio ante los posibles derrumbes o problemas que pudiera generar un edificio viejo. Lo que no tenía ningún sentido para los caseríos que se encuentran apartados y que no limitan con nadie”, aseguraron a este periódico fuentes de Enba.
Partiendo de dicha exigencia, el Gobierno Vasco y los sindicatos comenzaron una serie de encuentros que finalizaron con el borrador de un nuevo decreto que se hará público durante las próximas semanas. Gracias a él, los ayuntamientos serán los encargados de decidir si se exime o no de la inspección a los caseríos que no se encuentran en zonas urbanas. Este decreto no afectará, por lo tanto, a los caseríos que tengan al menos una fachada colindante a una vía urbana o a otro edificio. Estas viviendas sí que deberán hacer frente a la inspección, ya que existe un riesgo a que se vea un perjudicado un tercero, según la nueva normativa.
Tanto desde el Departamento de Vivienda como desde el sindicato Enba indicaron que la mayoría de los ayuntamientos se muestran favorables a no exigir la inspección. De este modo, los 4.914 caseríos vascos que en un principio estaban obligados a realizarla -la mayoría de ellos en Gipuzkoa (3.023)-, no tendrán por qué hacerla.
Una cifra que previsiblemente deberá aumentar, ya que el Instituto Vasco de Estadística (Eustat) tiene registradas en total 26.711 viviendas residenciales unifamilares con más de 50 años, pero desconoce si están ubicadas en una urbe o no. Las que no lo están, no tendrán que realizar la inspección una vez se haga efectivo el nuevo decreto, siempre y cuando el Ayuntamiento correspondiente así lo decida.
En un primer momento, el Gobierno Vasco detectó 73.429 edificios que debían de superar la ITE en toda Euskadi. A final del año pasado, solamente el 15% de estas viviendas la habían realizado. Conscientes de que el cumplimiento del plazo marcado no iba a darse -el 27 de junio de 2018-, se decidió fijar ese día como último para recibir la notificación de inspección. A partir de su entrega, toda aquella vivienda que desee optar a una ayuda pública y no la haya realizado quedará excluida.
posibles sanciones La potestad de aplicar multas a los edificios que no cumplan el requisito quedará en manos de cada Ayuntamiento. Una vez se aplique el nuevo decreto, estos podrán otorgar un margen de dos meses a cada edificio para que lleven a cabo la inspección. En el caso de no realizarla, se le podrían aplicar sanciones.
No obstante, Enba ha ido reuniéndose con cada Consistorio con el objetivo de hacer un llamamiento a la tranquilidad. “Nuestra recomendación es que no realicen las reclamaciones, sobre todo a viviendas unifamiliares. En estas, la mayoría de las veces los daños afectan solo al propio dueño”, aseguraron, al tiempo que añadían que, hasta la aparición del nuevo decreto, “hay que tomárselo con calma, ya que se desconoce qué sanciones se pueden llegar a aplicar”.
Sobre la situación de los caseríos que actúan tanto como vivienda unifamiliar como de explotación agrícola, Enba reconoce que el nuevo decreto es favorable, puesto que la mayoría de estos edificios se encuentran alejados de la urbe. Sin embargo, confían en continuar las conversaciones con el Gobierno Vasco dado que creen no ser comparables a otros edificios y “deberían situarse en otro punto”.