“La principal amenaza a la que se enfrenta el euskera es pensar que ya hemos logrado todo”
El avance del euskera es evidente y se ha convertido en un factor más de desarrollo, pero la batalla del PP contra la inmersión catalana refleja que no hay que bajar la guardia
donostia- Hoy se celebra el Día Internacional de la Lengua Materna. ¿Sigue siendo necesario un día así?
-Evidentemente no para las lenguas hegemónicas como el español, el francés o el inglés, pero sí para las lenguas minorizadas. Cuando Unesco y Naciones Unidas decidieron celebrar este día, lo hicieron fundamentalmente para apoyar a las lenguas minorizadas que necesitan mucha ayuda para poder sobrevivir y mucho más para normalizarse.
La Cátedra Unesco de Patrimonio Lingüístico Mundial de la UPV/EHU, Easo Politeknikoa y Azkue Fundazioa han organizado una exposición en Euskararen Etxea de Bilbao. ¿Qué se podrá ver en ella?
-Unesco Etxea nos ha prestado la exposición que montó a raíz de la Agenda 2030 de Naciones Unidas con los objetivos de Desarrollo Sostenible, lucha contra la pobreza, cambio climático, educación de calidad... Así hasta 17 objetivos a los que nos sumamos. Pero hemos querido añadir un objetivo más (17+1) que la Agenda deja de lado, como es el de garantizar la diversidad lingüística y cultural como factor de desarrollo.
¿Por qué es tan importante preservar esa riqueza?
-Porque creemos que no hay un desarrollo realmente sostenible si no se tienen en cuenta las especificidades lingüísticas y culturales de un pueblo o de una comunidad.
¿Qué se debería hacer para garantizar esa diversidad?
-No es nuestro caso, pero hay países que aspiran a que su lengua se enseñe en las escuelas. Además, se puede hablar de garantizar la presencia de la lengua minorizada en los medios de comunicación, en la sanidad, en la justicia, etc. porque siempre serán mejores si atienden en la propia lengua que en una lengua externa que es impuesta. Nosotros estamos acostumbrados a que esto sea así, pero en otros lugares del planeta todavía cuesta. Y no digamos nada entre quienes piensan que el ideal cultural y de desarrollo es el monolingüismo.
¿Los últimos movimientos de Rivera, pidiendo eliminar los criterios lingüísticos en las oposiciones, y del PP, en su batalla contra el sistema de inmersión catalán van por el camino correcto?
-Por supuesto que no. Es una aberración, es un nivel de ignorancia tal que una se queda asombrada. Planteamientos así son un retroceso cultural absoluto. Es alucinante comprobar cómo la ceguera ideológica puede llevar a hacer ese tipo de afirmaciones porque no se pueden entender. Y mucho menos cuando Rivera y Rajoy, que vienen de comunidades bilingües como Catalunya y Galicia, saben perfectamente que para que lenguas minorizadas como el catalán, el gallego o el euskera avancen hay que tener una sensibilidad mayor y que nadie corre el riesgo de no saber castellano, al contrario. No decimos que no queremos saber castellano sino que queremos dominar al menos dos o tres idiomas. El modelo de desarrollo del mundo va por ahí, no va por el monolingüismo.
¿El clima de ‘patrioterismo’ español surgido como reacción al ‘procés’ puede contagiar al euskera?
-¿Un riesgo de contagio? Nunca se puede saber, porque en política se ve cada cosa que a veces asusta. Quiero pensar que no.
¿El consenso social en torno al euskera en Euskal Herria es tan sólido como para blindarse ante tentaciones como las del PP o Rivera?
-Hombre, siempre hay gente que olvida la historia y los avances que se han dado y que tanto han costado. Ese riesgo siempre existe, pero no sé si aquí hay partidos políticos dispuestos a formular postulados como estos. Pero alguien dijo que cuando la situación es mala, siempre se puede empeorar.
¿Cuáles son las principales amenazas para el euskera?
-Pensar que ya hemos conseguido todo, pensar que el euskera hoy en día ya no corre peligro. Y por otro lado, pensar que no ha valido la pena todo el esfuerzo realizado por recuperar la lengua porque, al fin y al cabo, el euskera no nos sirve para gran cosa. Ambas cuestiones son igualmente perniciosas y el riesgo está ahí, claro.
Una de las bases del Pacto Educativo vasco, presentado recientemente por la consejera de Educación, se asienta sobre el plurilingüismo. ¿Es realista dar el paso hacia el plurilingüismo cuando el bilingüismo real en la escuela no está dando los frutos esperados?
-Creo que hay que tener objetivos lingüísticos ambiciosos y, en nuestro caso, la escuela está consiguiendo que los estudiantes aprendan en las tres lenguas. Es cierto que no lo hacen en los niveles que queremos, pero no es menos cierto que es un objetivo al cual no hay por qué renunciar.
¿Pero?
-Pero es absolutamente imprescindible que el sistema educativo, igual que sucede en Sanidad, tenga detrás un cuerpo de investigación que esté a la altura de las exigencias y de los objetivos lingüísticos que nos planteamos. Reivindicamos una ingeniería didáctica, necesitamos precisión y resultados confirmados para conseguir los objetivos educativos que tenemos entre manos.