Donostia - La llegada de la nieve, incluso al nivel del mar, protagonizó la jornada de ayer, pero fueron las consecuencias de la acumulación de precipitaciones en los últimos días lo que generó las complicaciones más graves en la red viaria de Gipuzkoa, y que todavía perduran. Un agujero en el asfalto obligó a cerrar ayer la salida 48 de la AP-8, por lo que los vecinos de Zestoa, Zumaia y Azpeitia tuvieron que buscar rutas alternativas para llegar hasta la autopista. En esta misma vía, un desprendimiento en la zona de Itziar causó retenciones de más de ocho kilómetros durante toda la jornada. Y en la N-634 en Getaria se cortó un carril después de que la ladera volviera a ceder desprendiendo rocas de gran tamaño hacia la calzada.
La nieve sorprendió para bien a los zarauztarras, que se despertaron con una playa totalmente cubierta de un manto blanco. Pero a esa misma hora, los conductores que circulaban por la A-15 hacia Navarra o por la N-I hacia Araba se veían sorprendidos por precipitaciones muy intensas que obligaron a los agentes a cortar el tráfico para permitir el paso de las máquinas quitanieves.
El temporal que dejó, a primera hora, las precipitaciones más intensas en el este de Gipuzkoa hacia la Comunidad foral, obligó a cerrar la A-15 en la parte navarra, desde el puerto de Pagozelai (745 metros). La consecuencia directa fueron retenciones kilométricas en el tramo guipuzcoano.
En la N-I, sin embargo, fueron los imprudentes adelantamientos de algunos camioneros -maniobrando para adelantar a otros transportistas en un carril izquierdo cubierto por la nieve- los que obligaron a cerrar la calzada en ambas direcciones al quedar cruzados. Al mediodía, se había abierto un carril en dirección Gasteiz, pero en ese momento el atasco ya era inmanejable, de unos 20 kilómetros, ya que los vehículos se encontraban con los coches parados a la altura de Legorreta.
Conforme avanzó el día, los problemas en la A-15 y en la N-I fueron solventados. No así en la AP-8 en Itziar, donde el desprendimiento a la altura del kilómetro 52,500 en sentido Bilbao afectó al carril derecho de la vía y obligó a desviar los coches por el izquierdo. Dado el intenso tráfico de esta autopista, las retenciones, de unos ocho kilómetros, se prolongaron durante buena parte de la jornada. Técnicos de la Diputación se trasladaron hasta allí y se comenzó con las tareas de limpieza y estabilización, que se prolongarán durante algunos días.
Pero sin duda, la incidencia más grave de la red viaria tuvo lugar en el valle del Urola. A media mañana se daba cuenta del hundimiento del firme en la salida 48 de la AP-8, entre las cabinas de peaje y la rotonda que da acceso a Zestoa y Zumaia. En principio, el socavón fue señalizado y los coches circulaban sin mayor problema, pero hacia las 14.00 horas se hizo más grande. “Por seguridad”, según fuentes del Departamento de Infraestructuras Viarias de la Diputación, se decidió cerrar completamente la salida. Al parecer, por debajo de esa zona pasa una regata, lo que unido a las intensas lluvias, ha podido provocar el hundimiento del firme.
Según los datos de Euskalmet, solo ayer se recogieron 44,5 litros por metro cuadrado en Zumarraga, la mayoría caídos durante la noche. Y en Bidania o Ibai Eder (Azpeitia), los acumulados desde las 18.00 horas del jueves eran de 57 y 53 litros, respectivamente.
Según informaron desde Infraestructuras Viarias, los operarios de Bidelan trabajaban ayer para habilitar una entrada y salida a la autopista desde el polígono industrial de Sansinea. Esperaban tenerlo operativo para hoy por la mañana, puesto que, de no hacerlo, los vecinos del valle del Urola tendrán que tomar como alternativa las salidas de Elgoibar, Itziar o Zarautz. Precisamente en la carretera que, por ejemplo, tomarían los zumaiarras para ir hasta Zarautz, la N-634, también se encuentra afectada por un desprendimiento entre Getaria y Zumaia, en el cruce hacia el barrio de Azkizu. Según especificaron desde el Departamento vasco de Seguridad, el desprendimiento no genera problemas a la circulación.
Más allá de la red viaria, muchos guipuzcoanos sufrieron problemas derivados de la nieve que bloqueó algunos puertos y accesos de carreteras secundarias. Los Bomberos de la Diputación, por ejemplo, habían movilizado por la mañana al personal de los parques de Zubillaga (Oñati), Goierri (Ordizia), Kosta (Zarautz), Oria (Tolosa y Korosti (Legazpi) para limpiar los accesos a los caseríos y a algunas carreteras, así como la zona de ambulancias del Hospital de Zumarraga.
También recibieron el aviso en Azpirutxo-Elosu de una mujer con un bebé de tres meses que se había quedado atrapada en la carretera, aunque cuando llegaron al lugar ya había recibido ayuda de otro vehículo.
En Eibar, la subida a Arrate quedó bloqueada por un árbol caído, lo que retrasó la salida de los alumnos de la ikastola Iturburu. Y en Zestoa un rayo destrozó la cúpula del campanario de la iglesia de la Natividad.
Por su parte, Mondragon Unibertsitatea decidió suspender todas las clases en los campus de Eskoriatza, Arrasate, Oñati y Aretxabaleta; mientras que la Diputación envió un comunicando recomendando que, debido a que la alerta naranja por nieve sigue vigente hasta hoy a las 15.00 horas, no se realicen las actividades de deporte escolar que no se lleven a cabo en instalaciones cerradas. Y en este último caso, “se realizarán en función a la condiciones de accesibilidad de las instalaciones”.
Además de en Gipuzkoa, el resto de Euskal Herria también se vio afectada por la nieve, que podría volver a teñir el territorio esta madrugada. De todos modos, se esperan menos precipitaciones y de cara a los próximos días la estabilidad será la nota predominante.