"Pocos oficios practican tanto la vanidad como el periodismo"

Madrid - En la época de la viralidad y la dictadura de la inmediatez, el periodista cae en la tentación de creerse el protagonista del periodismo, una de las profesiones que más practican la vanidad, opina el director de El Confidencial, Nacho Cardero.

El responsable del diario digital explica en una entrevista con Efe que es contraproducente que el informador dé cancha a su ego y olvide que ha de limitarse a ser un instrumento para ofrecer información a los ciudadanos. Por ello, critica que los periodistas se prodiguen por las tertulias y se obsesionen con labrar su reputación digital.

Aunque lamenta que muchos medios de comunicación hagan un "periodismo a voces" y que se hayan dejado contaminar por un contexto político y social "un poco chusco", es optimista acerca del futuro del oficio porque está convencido de que la tecnología y la dedicación de los profesionales auguran un buen horizonte.

¿Vive el periodismo horas bajas? ¿Cuáles son sus principales defectos?

Los males que nos aquejan son compartidos con otros países. Hemos pasado una etapa negra por la crisis económica, donde los medios, por la supervivencia, han estado supeditados a otros intereses. Hemos vivido una etapa de pesimismo, con los expedientes de regulación de empleo y cierta deficiencia democrática en la información. Esa etapa oscura la hemos ido superando y entramos en una mucho más positiva porque hay grandes periodistas.

¿No tiene la sensación de que se hace un periodismo a voces?

Sí, viene determinado por el contexto político y social que nos ha tocado vivir, no estamos en el mejor momento: ni en España, ni en Europa ni en el mundo. Hay un periodismo a voces, cuando deberíamos hacer uno sosegado y racional. Otro de nuestros males es intentar ganar la batalla de la inmediatez, cometiendo muchos deslices al intentar jugar a ser agencias de noticias.

¿Hemos perdido la cabeza con la viralidad y el clickbait?

Es verdad que muchos medios han banalizado su contenido por la audiencia y han desvirtuado el periodismo, que es contar lo que otros callan.

Relacionado con las redes, ¿hay un periodismo nominalista, de periodistas estrella?

Hay pocos oficios que cultiven tanto la vanidad como el periodismo, lo cual muchas veces es contraproducente porque el periodista es un instrumento, no un fin en sí mismo.

¿El leitmotiv de su diario?

El mismo desde hace 16 años: publicar lo que otros callan. Nacimos como un proyecto sin muchas pretensiones y por diversas circunstancias nos hemos convertido en un periódico de referencia en España. Uno de los factores de este éxito es el tipo de periodismo que hacemos: libre, de investigación, independiente, de calidad. Casi 140 personas lo hacen posible. Tenemos una redacción fantástica y llena de talento.