“Es una bicicleta, no es una moto”
La fiebre de la bicicleta eléctrica ya ha llegado a Gipuzkoa, a pesar del recelo de los ciclistas más tradicionales. Fabricantes y vendedores constatan el auge de este vehículo cuyas ventajas auguran un futuro prometedor.
"Es una bici, no es una moto". Es la primera aclaración que ofrecen fabricantes, vendedores y usuarios de las bicicletas eléctricas, a pesar de que a primera vista no hay lugar a error. Este medio de transporte, que está subiendo como la espuma en los últimos cinco años, y especialmente desde 2016, no convence a los ciclistas puristas. Se llegan a enfadar en la carretera y a tacharlas de "doping tecnológico" porque "la tecnología ayuda a dar más de lo que el cuerpo permite". Pero la realidad es que si no pedaleas, no funciona. A pesar de este recelo, la fiebre de la e-bike ha llegado a Gipuzkoa, que sigue la estela de los países europeos. En Alemania, el 80% de las bicicletas que se venden ya son eléctricas y en el país galo comienzan a desbancar a las tradicionales.
La empresa vasca de fabricación de bicicletas Orbea asegura que este es “uno de los negocios más pujantes” del momento, por el que están “apostando muy fuerte”. Fuentes de la compañía informan de que ya en los primeros seis meses de 2016, Orbea vendió toda la previsión para el año. Cuentan con una gama de siete modelos de montaña, ocio y urbanos para todo tipo de usuarios.
“El producto mas satisfactorio”
Javier Blanco, copropietario de la tienda donostiarra Jaia Bicicletas, pionera en la venta de estos dispositivos eléctricos, también constata que la venta “va a más de forma exagerada”. Recientemente, vendió tres unidades solo en un viernes y cada día entra gente a su negocio preguntando por estas bicicletas. De hecho, advierte de que “no hay disponibilidad en los almacenes” de las principales marcas.
El excampeón de España de ciclocross Iñigo Igartua, que tiene la tienda Biciprecisión Igartua de Bergara desde 1997, ha comprobado el éxito de cada uno de los adelantos de las bicicletas: el freno de disco, el cambio electrónico, la mejoría de los cuadros, etc. “Pero este es el producto que más satisfacción nos está dando. Vendemos ya casi más eléctricas que de las normales, es una realidad”, subraya.
A partir de 2011, el avance de la tecnología permitió crear las primeras bicicletas eléctricas “de calidad”, con una autonomía y una potencia que multiplicó las utilidades de este vehículo y abrió la dimensión de las actuales.
Las más comunes funcionan con un pedaleo asistido. Un software mide la fuerza que se ejerce sobre el pedal y, dependiendo del piñón colocado, la amplía y el motor aporta una ayuda proporcional. “Es la bomba, te diviertes como un enano, además con los distintos modos (Eco+, Económico, Standard y Turbo) la bicicleta se adapta a tu estado físico”, explica Igartua.
Por legislación, la velocidad máxima que alcanzan estos motores es de 25 kilómetros por hora. A partir de ahí, dejan de empujar y es el usuario el que debe pedalear. Los motores están “muy logrados”, dice Blanco, ya que “te sacan tranquilamente de la peor cuesta que te puedas imaginar, como del 30%”. Además, tienen una vida de 150.000 kilómetros. El caballo de batalla está en la batería, que se carga en la red eléctrica, no obstante algunas casas ya ofrecen hasta cuatro años de garantía.
Es sabido que el precio de estas bicicletas no es bajo, puede oscilar entre los 1.200 y los 7.000 euros. El Ente Vasco de la Energía (EVE) abrió una convocatoria de subvenciones en 2016 y las plazas “se acabaron en seguida”. La ayuda es de 300 euros y “mucha gente está esperando a que vuelva a salir el decreto para pedirlas”, detalla un usuario de bici eléctrica y socio del club ciclista Kalapie.
Las ventajas que conlleva merecen la inversión de los muchos adeptos que se están subiendo al carro cada mes. Y es que, además de que es un medio de transporte sostenible, y de que fomenta la salud, llega a ser más rápido que una bicicleta mecánica, e incluso que el tráfico de los vehículos de la ciudad. Para empezar a usar estas máquinas no hace falta más que una pequeña práctica.
“Otro camino a la diversión”
Igartua y Blanco hacen un repaso por los principales clientes que se llevan estas bicis. La persona mayor es uno de los compradores estrella, pues le permite llegar a sitios que sin la ayuda del motor le sería imposible. “Hace dos semanas vendimos dos bicis eléctricas a un matrimonio de 84 años que vive en Zorroaga, Donostia, y ya no podía subir. Se acaban de ir un mes de vacaciones con ellas por Europa”, recuerda Blanco. Algo similar ocurre con las personas que sufren algún problema médico, como un infarto, un ictus o pequeñas parálisis. A veces son sus propios médicos quienes les recomiendan el uso de este biciclo.
“Llega una edad en la que tienes que renunciar a andar en bicicleta a los niveles a los que andabas antes, pero con la bicicleta eléctrica puedes”, afirma el socio de Kalapie, para quien es “toda una solución” pues vive en un barrio alto y le resulta “incómodo” llevar la bici en el autobús. La única desventaja que encuentra es que pesa sobre 20 kilos. En su opinión, no va a sustituir a la bici normal, pero “sí que es una ayuda y una garantía para llegar adonde quieras”. En cuanto a la convivencia en bidegorris o carreteras, dice que “no hay ningún problema, ni guerras ni luchas”.
No es menos útil para las personas que no tienen limitaciones físicas. “Para ellos es un juguete, les abre otro camino a la diversión. Te permite subir y bajar al monte y alcanzar nuevos lugares”, apostilla Igartua, quien añade que también sirve para adelgazar si “andas más tiempo y con un ritmo más ligero”. Las mujeres son también buenas clientas. “Cuando van al monte con sus parejas, les adelantan y entonces los chicos también quieren una eléctrica”, bromea el excampeón. Por primera vez, el uso de una bicicleta no viene limitado por las capacidades de la persona. “Son bicicletas todavía más democráticas”, sentencia Orbea. Es una de las claves de este fenómeno cuyo apogeo está por llegar.
Más en Sociedad
-
1.440 mujeres fueron agredidas en Euskadi en el primer trimestre, un 5% menos que en 2024
-
Salud valora que Osakidetza "funcionó de maravilla" durante el apagón del pasado lunes
-
La conservera italiana Balistreri Giroleno, el cocinero Roberto Ruiz y el cántabro Enrique Paz Setién, Menciones del Antxoa Eguna
-
ChatGPT sirve también desde ahora para comprar on line