donostia - Tras la temporada de caza, las instalaciones de la Protectora de Animales de Gipuzkoa han recibido perros abandonados de la raza setter, muy utilizada para la caza. De no tener ninguno a finales del pasado año, entre enero y febrero han recibido ocho, de un total de 140 canes.

No es una cifra tan llamativa si tenemos en cuenta que en el refugio de Güeñes (Bizkaia) el pasado 5 de febrero atendían a 45 setters. Según los gerentes de este tipo de asociaciones, la mayoría de estos perros son abandonados por cazadores. Desde la Protectora guipuzcoana explican que incluso existen asociaciones que trabajan a nivel estatal recogiendo setters de las perreras y luego se encargan de la posterior adopción.

En Gipuzkoa del total de 180.974 perros registrados, el 27,3% son de caza, esto es, 29.726. La mayoría, el 60%, están identificados como perros de lujo y de compañía. El resto son perros pastores, de guardia y defensa, y así como de asistencia. Del total de perros catalogados como animales de caza un 53,6% son de la raza setter (15.934) y de ellos el 96% son setter inglés, mientras que tan solo un 1,7% son irlandeses y un 1% escoceses.

Desde la Protectora de Animales de Gipuzkoa apuntan que muchos de los cazadores no les colocan el chip a sus canes, por lo que “no están identificados”. De hecho, los setters que han llegado a la sede están sin identificar. A su juicio, “tienen tantos que salen a cazar y si se les pierde uno les da igual, ya que ni los buscan”. Señalan que llevan años denunciando esta situación, pero “mientras no se regule no hay nada que hacer”, dicen. Además, denuncian que los cazadores crían entre ellos perros de esta raza. “Los cruzan y una persona puede llegar a tener hasta 20”, dicen. En este sentido, reclaman que los municipios elaboren un registro de animales de cada persona. “No hay control”, insisten.

El Ayuntamiento de Donostia lleva años controlando la población canina. A principios de este año inició una campaña, para lo que compró dos lectores de chips, que se añadieron a los otros dos existentes. Gracias a la colaboración de la Guardia Municipal, los datos revelaron que los chips están presentes en casi todos los perros que circulan con sus amos. Por su parte, el Consistorio de Arrasate también lanzó una campaña para concienciar sobre la obligatoriedad del chip. Sin embargo, desde la Protectora señalan que aunque “el chip sea obligatorio, nadie lo controla”, y en el caso de los caseríos “es mucho más difícil”.

cazadores La mayoría de los setters son criados para ser cazadores, ya que son muy inteligentes y rápidos, por lo que se les entrena para moverse por los montes en busca de presas. Desde la Federación Guipuzcoana de Caza aseguran que saben que es obligatorio el chip y los perros de asociados lo llevan, incluso tienen seguro.

Así, hace semanas a través de un comunicado suscrito por las federaciones alavesa y vizcaina, el Setter Club España, el Club de Cazadores de Becada con Perro y Adecap, quisieron desmentir “con rotundidad” que se esté “dando un abandono masivo de los perros de caza”. “No es cierto y los casos puntuales que se puedan dar son producto del robo de perros que son desprovistos del microchip y, al no poder ser vendidos, son abandonados”, señalaron.

Por su parte, el presidente de Club Setter de España, Joxan Rekondo, señaló que “habrá unos 1.500 ejemplares de setter en Gipuzkoa que son cuidados de forma excelente”.