usurbil - ¿Qué es Goiener y qué ofrece al consumidor?

-Ofrecemos una herramienta, la factura de la luz, que permite al usuario, en este caso un socio, impulsar el consumo de renovables. Como asociación sin ánimo de lucro, compramos en el mercado mayorista electricidad renovable para que el operador, que es quien ordena que se activen las nucleares, las centrales de gas, las de carbón, etcétera, reciba mayor demanda de renovables.

¿Si todo el mundo exigiese energía renovable, cambiaría el sistema?

-Exactamente. Ése es el primer paso, cambiar el mercado eléctrico, que es un objetivo un poco idealista (se ríe), pero existen referentes en el norte de Europa donde los usuarios son prosumidores, es decir, productores de electricidad y consumidores al mismo tiempo. Eso es lo que promovemos: usuarios activos.

Para eso hay que hacer pedagogía.

-La energía es tan importante como el agua y los alimentos y tenemos que ser conscientes del uso que hacemos de ella y de dónde proviene. Promovemos una actitud responsable con el objetivo de que un sistema centralizado y sucio, basado en nuclear, gas y carbón, pase a ser un sistema descentralizado de fotovoltaica, eólica, hidráulica, biomasa... y a través de proyectos de generación desarrollar una economía local allá donde haya recursos.

¿Qué le diría a quien le pregunta si se ahorrará dinero con ustedes?

-Si te vas a venir por dinero, no vengas; vente por valores. Tu factura no va a ser ni más barata ni más cara especialmente. Si un comercial de una gran compañía viene a hacer una campaña de descuentos engañosos y te vas a ir... No queremos ese tipo de socios, sino el que está convencido.

Pero ustedes promueven el ahorro.

-En los hábitos y en la gestión administrativa. Te proponemos que ajustes la potencia contratada al consumo real que tienes y que adecues tu consumo a una tarifa de discriminación horaria, donde programes los electrodomésticos que más consumen en horarios donde la electricidad es más barata. Hay personas que necesitan un input de sensibilidad para darse cuenta.

¿Y se ahorra mucho así?

-Desgraciadamente, no vamos a ahorrar demasiado porque el Gobierno se ha encargado, a través de los impuestos y la parte regulada, la fija, de que consumas o no consumas, vayas a pagar 40 euros cada dos meses. Sí o sí.

¿Cómo concibió esta iniciativa?

-Podemos parecer una banda de frikis, aquellos 30 que empezamos en 2012, pero si vas al norte de Europa, es más normal. A mí me sucedió esto en Bélgica, donde entre 500 familias, en la región de Valonia, pusimos en marcha un parque eólico de 12 megavatios, por 18 millones de euros, con un crédito de la banca ética (Triodos). Y yo me dije: esto lo tengo que traer aquí.

¿Y la generación de energía es el siguiente reto de Goiener?

-Queremos que sea este año. Hemos creado en 2016 dos entidades jurídicas, una en Navarra y otra en Euskadi; son herramientas para que los 5.500 socios de Goiener podamos invertir 100, 500, 1.000 o 5.000 euros en un proyecto de generación. La normativa no ayuda, pero buscamos oportunidades en empresas o ayuntamientos que ya están produciendo y entrar al capital de esas instalaciones, principalmente dentro de la minihidráulica: saltos de agua que han quedado abandonados en ríos.

¿Y ser socio usuario implica meterse en futuros proyectos?

-No. Es optativo, pero la gente nos lo demanda.

¿Qué supone generar energía? ¿Precios más baratos?

-Simbólicamente, generar, además de consumir, es importante. Y luego, la estabilidad de precios, porque si podemos controlar nuestra generación podríamos comprar al precio que nos interese, sin especular.

¿Iríamos a una guerra de precios?

-El mercado de la comercialización deja un margen muy pequeñito y lo hemos dedicado a dar un buen servicio a los ciudadanos, a través de la apertura de entidades y la generación de puestos de trabajo. La gente cuando llama a Goiener no le atiende un robot, ni una operadora en Marruecos; le atiende una persona que cree en los valores de la cooperativa. Tenemos quince puestos de trabajo en Ordizia, Bilbao y Vitoria y queremos abrir oficina en Iruñea este año y en Donostia si se puede. No es tanto ir a buscar un precio, sino la sostenibilidad económica.

¿Hasta dónde esperan llegar?

-Sabemos que si crecemos mucho pisaríamos callos. Goiener juega en Regional. En 2015 facturamos dos millones de euros y en 2016 cuatro, pero el margen es muy pequeño y no permite grandes cosas. Pero si conseguimos generar energía, damos un salto cuantitativo y cualitativo y subimos a Tercera División y aspiramos a subir a Segunda División, porque a Primera no podemos. Y a que existan muchos Goiener por toda la geografía peninsular, jugando en Segunda División.