ordizia - “Cada vez que Rajoy abre la boca, recibimos más llamadas. Las consultas y las altas de socios se han multiplicado por cinco y hasta por seis en estos días. Si normalmente hacíamos cinco socios nuevos al día, hemos tenido picos de 25 y 30 algún día de la pasada semana y por encima de diez a diario”, reconoce Mónica Monteagudo, socia y trabajadora de la cooperativa Goiener en las oficinas que esta comercializadora de energía tiene en Ordizia.
El alza de los precios de la luz, que la semana pasada rozó el récord de 2015 con más de 100 euros el megavatio hora, ha provocado un malestar en muchos ciudadanos y ha hecho mover ficha a bastantes. No buscan un mejor precio, algo imposible aún, sino un cambio de modelo hacia un sistema más “democrático”, sostenible y basado en las energías renovables. La premisa es que “el kilovatio más barato es el que no se consume”.
Ya son 2.600 los guipuzcoanos que están dados de alta como socios de cooperativas de consumo de energía: 2.470 en Goiener, una firma que supera ya los 5.500 socios y 6.100 contratos de luz en la CAV y Navarra, entre ellos los de cuatro ayuntamientos: dos navarros, un vizcaino y un alavés, mientras varios consistorios guipuzcoanos son socios colaboradores pero no contratan la luz con ellos.
A estos hay que sumar otros 128 guipuzcoanos y un total de 539 vascos socios de Som Energia, la cooperativa energética pionera en el Estado español, con sede en Girona. Goiener le ha superado ya con creces en la CAV, sobre todo en Gipuzkoa -aún no en Navarra-, y aunque sigue siendo una comercializadora diminuta si se tiene en cuenta que representa el 0,6% de todos los consumidores de electricidad de Gipuzkoa, las altas registradas en una semana representan un crecimiento superior al 10%, después de tres años y medio de funcionamiento. En total son ya 6.100 los vascos que han optado por esta vía alternativa, otros 2.000 en Navarra, 80.000 en el Estado español y casi 400.000 en Europa. ¿Seguirá creciendo esta vía que desafía a las grandes firmas?
Goiener, creada en octubre de 2012, empezó a comercializar electricidad el 1 de septiembre de 2013, pero es ya en Gipuzkoa la principal cooperativa para los alternativos. Hay unas diez comercializadoras de este tipo en todo el Estado español, cinco de ellas, aunque son independientes, han sido impulsadas por la firma guipuzcoana en Soria, Guadalajara, Cantabria, Galicia y Madrid. Están agrupadas en una asociación de cooperativas con Goiener, que fue creada con el apoyo de la sociedad de promoción de Goierri (Goieki) y con la ayuda y colaboración de la escuela de formación profesional de Usurbil.
Por su parte, la principal cooperativa estatal, Som Energia, con 31.500 socios y más de 44.700 contratos, sumó 800 nuevas altas la semana pasada. Goiener, desde su modestia, logró más de 300 altas en diez días, la inmensa mayoría en Gipuzkoa.
Comprar la energía a estas cooperativas no supone ningún ahorro con respecto a las grandes firmas en la actualidad, porque todos compran la energía en el mismo mercado mayorista y lo hacen con un volumen menor que les hace pagar un mayor precio. En todo caso, la diferencia de precio entre una comercializadora y otra es anecdótica, inferior a 20 euros al año, en un consumo medio.