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Nafarroa recuerda el antiguo monumento a Roldán

Erigido en 1934 por el prestigioso artista donostiarra Victoriano Juaristi Sagarzazu

Nafarroa recuerda el antiguo monumento a Roldánn.g.

Iruñea. El Archivo Real y General de Nafarroa dedica su microexposición de enero al Monumento a la Canción de Roldán de Ibañeta (1934-1937), erigido en el marco del centenario del descubrimiento, en 1834, del manuscrito más antiguo conocido sobre la Canción de Roldán en la Universidad de Oxford. Según recuerda el Ejecutivo foral en una nota, en el Alto de Ibañeta, muy cerca de las ruinas de la antigua ermita, se alzó durante varios años un monumento muy distinto al que puede contemplarse hoy en día. Estaba dedicado a la Chanson de Roldán y había sido levantado en 1934 a instancias de la Diputación Foral de Nafarroa, pero apenas tres años después de ser colocado, un 25 de enero de 1937, un terrible temporal invernal lo destruyó.

El monumento fue promovido en el marco de la conmemoración del centenario del descubrimiento, en 1834, en la Universidad de Oxford, del manuscrito más antiguo conocido sobre la Canción de Roldán, el gran poema épico medieval sobre la legendaria batalla de Roncesvalles. La Diputación encargó el proyecto al prestigioso artista donostiarra Victoriano Juaristi Sagarzazu, prestigioso médico y polifacético personaje que se estableció en Iruñea hasta el final de su vida, donde fundó y dirigió la Clínica Operatoria San Miguel. Juaristi fue un importante personaje público y polifacético que destacó, especialmente en el campo artístico. Fue un excelente escultor, actividad que practicaba como principal afición, pintor, esmaltista, músico y escritor, confiriéndole todo ello el carácter de hombre renacentista. Para la ejecución del monumento de Ibañeta contó con la colaboración del escultor villavés José María Íñigo y del campanero Vidal Erice.

El monumento estaba constituido por un gran arco de piedra coronado por la figura de un águila imperial y sostenido en dos podios decorados con sendas estelas discoideas. Bajo el arco se asentaba un altar con una lauda de bronce con un bajorrelieve antropomorfo de Roldán.

Colgando de la clave central del arco pendía sobre el altar una campana de bronce (la llamada campana de la paz) que evocaba a aquella otra de la antigua ermita de San Salvador de Ibañeta, que en tiempos medievales orientaba en la noche y en los días de niebla a los peregrinos que se dirigían a Santiago por los pasos pirenaicos.

Aunque en su momento recibió el nombre de Monumento a la Paz de los Pirineos, su propia concepción como parte de las iniciativas de conmemoración del descubrimiento del manuscrito de Oxford y el protagonismo escultórico del bajorrelieve de Roldán, hizo que fuera denominado también Monumento a la Canción de Roldán o simplemente Monumento a Roldán. En 1934, con motivo del centenario del descubrimiento del manuscrito más antiguo de La Chanson de Roldán se celebraron varios actos conmemorativos en Navarra. Efe