Iruñea ? Investigadores de diez equipos internacionales, entre los que se encuentran científicos de la Universidad de Navarra (UN), han descubierto que las personas que poseen un perfil genético asociado al aumento de peso corporal ?el conocido gen FTO? responden del mismo modo a la dieta, al ejercicio y a los fármacos para perder peso que el resto de la población. Así se ha publicado en The British Medical Journal (The BJM), la cuarta publicación especializada con mayor índice de impacto en el ámbito médico.
En el estudio han participado 30 científicos de Australia, Reino Unido, EEUU, Singapur, Dinamarca, Finlandia, Kuwait, Arabia Saudí, Holanda, Suecia y España. En nuestro país, los investigadores forman parte del equipo Predimed-Navarra (Prevención con Dieta Mediterránea) y del CIBERobn Fisiopatología de la Obesidad y Nutrición, según informó la UN en una nota.
Su trabajo ha consistido en analizar los datos de casi 10.000 participantes pertenecientes a once estudios. “Entre ellos se observó que aquellos que poseían el gen FTO ?y estaban por lo tanto predispuestos genéticamente a sufrir obesidad? tenían inicialmente algo más de peso ?0,89 kilos? que aquellos que no poseían este gen y que constituían una de las líneas principales del estudio”, explicó a Europa Press una de sus autoras, la catedrática de Fisiología de la Universidad de Navarra, la doctora Amelia Martí.
No obstante, aseguró que constataron “que ambos perfiles respondían igual de bien a las estrategias para perder peso, lo que indica que la genética no imprime una diferencia”. “De hecho, el estudio confirma que los factores del estilo de vida, que podemos modular, son más importantes que el propio perfil genético”, añadió.
La especialista en obesidad de la Facultad de Farmacia y Nutrición de la Universidad de Navarra recordó que este hallazgo resulta particularmente relevante porque esta enfermedad “es una grave carga para la salud pública, y su prevalencia está aumentando en todo el mundo, con más de 2.000 millones de adultos con sobrepeso u obesidad, un tercio de la población mundial”.
En este contexto, Amelia Martí abogó por desarrollar, con urgencia, estrategias más eficaces para la prevención y el manejo de la enfermedad. En este sentido, el estudio arroja luz sobre las dudas que todavía existen acerca del peso de la genética en el desarrollo y la solución de la enfermedad.
“Según hemos podido comprobar, tras la intervención de pérdida de peso no había ninguna diferencia en el índice de masa corporal, la circunferencia de cintura o los kilos perdidos entre los participantes con propensión genética y el resto, tampoco por origen étnico, sexo, índice de masa corporal inicial ni edad”, detalló la investigadora. Los resultados indican que el abordaje del problema “debe centrarse sobre todo en la mejora de los hábitos de vida. ? Europa Press