Una Nochevieja sin poner un pie en la cocina
Algunas familias han dejado de lado el esfuerzo de cocinar durante horas para estas fiestas navideñas por la comodidad que brindan los caterings que sirven menús completos a domicilio
croquetas de espinacas y roquefor, velouté de bogavante, brochetas de rape con salsa americana y solomillo a la plancha con patatas panadera y ravioli de castaña. Parece un suculento menú para Nochevieja, y más todavía si no es necesario enfundarse el delantal y pasarse horas en la cocina para que todo salga perfecto, un ritual que se repite varias veces en los hogares durante las fiestas navideñas. Pero hay familias que han optado por la practicidad y la comodidad, y prefieren contratar un catering para que resuelva las grandes comilonas festivas.
La familia de María Esnaola está tan satisfecha con esta opción, que esta Nochebuena fue la tercera vez que eligieron a Divinus Catering para la cena, Nochevieja será la cuarta consecutiva y la comida de Reyes podría correr la misma suerte. Esta donostiarra vive en Egia, y reúne al rededor de su mesa a más de 14 familiares para comer en estos días festivos. Así, hace tres años decidió evitar “el trabajo de prepararlo todo y las posibles discusiones familiares” acudiendo a esta empresa, que ya conocía pues es el catering del colegio de sus hijos.
“Mi madre era un poco reacia, como las personas mayores que son más tradicionales y les gusta cocinar, pero al final también se ha convencido”, confiesa Esnaola. Es cierto que echa de menos las recetas familiares, pero le compensa no estar “toda la tarde en la cocina”. “Habrá gente de todas las opiniones pero al final ganas en calidad de vida. Y de esta manera podemos ir a tomarnos algo antes de cenar”, añade.
46,50 euros por cabeza
La mecánica del servicio empieza eligiendo el menú y solicitando su presupuesto. El día de la cena, entregan los alimentos a primera hora de la tarde en el domicilio en unos isotermos, y proporcionan una fotografía del plato original que sirve el catering para reproducir su presentación. “La manera en que te traen la comida te facilita para montarlo tan bonito como lo ponen ellos. Añaden hasta puerritos para las decoraciones o mangas pasteleras con reducciones para pintar los platos. Son cosas de restaurante que tú no pones en casa”, detalla.
En Nochebuena, se reunieron 14 en casa de Esnaola y tomaron una comida “exquisita”. Empezaron con un salpicón de marisco con salsa tártara “delicioso”, crepes de txangurro con salsa americana, crema de cigalitas al armañac, lomos de merluza en salsa verde y taco de carrillera con salsa de uva confitada. Y de postre milhojas. El menú costó 46,50 euros por persona, un precio que para Esnaola resulta “incluso más barato que si lo cocinas tú, porque acabas comprando más cosas”. “Es un placer contar con este servicio porque es cómodo ante todo y la calidad de la materia prima es buenísima”, subraya.
Mikel Alcain, gerente de Divinus Catering, explica que el servicio puede ir más allá de la comida. Si el cliente lo desea puede adquirir también las bebidas y alquilar la cubertería, cristalería, mantelería, e incluso pedir el servicio completo de cocina in situ con cocineros y camareros. Y al día siguiente, un transportista recoge el material en el domicilio.
La mayoría de Donostia
Unas 50 familias han solicitado a este catering su servicio durante todas las fechas señaladas de estas navidades, indica Alcain, quien aclara que estos encargos son “poco habituales” y se suelen dar a clientes que ya han trabajado con ellos anteriormente. “Son los de siempre que repiten”, aclara, y la mayoría de ellos habitan en Donostia, aunque la empresa cubre todo el territorio histórico.
La carta es “la misma durante todo el año”, pero los platos más consumidos estas fechas son los más “elaborados y tradicionales”. Por ejemplo, la velouté de bogavante, sopa de pescado, un cordero asado, lubina menier, merluza en salsa verde, brochetas de rape con salsa americana, tartar o salpicón de marisco, croquetas de jamón o de espinacas con roquefor, pero también menús infantiles. El precio de los menús oscila entre los 25 y los 45 euros, dependiendo de los productos.
Así, mientras las madres y abuelas de la mayoría de familias guipuzcoanas se atrincherarán en la cocina durante la jornada del 31, estos clientes que aprecian la comodidad podrán descansar y sentarse a cenar.