donostia - El oriotarra fallecido el lunes por las embestidas de un toro se encontró al animal de frente en mitad de un camino estrecho y vallado a ambos lados. Al parecer, el astado se escapó del terreno donde pastaba después de atravesar la alambrada y se plantó en el angosto sendero, por el que, en ese momento, descendía Eusebio Eskudero. Esta es la principal hipótesis manejada para explicar la tragedia ocurrida en el monte Kukuarri, que podría haber conllevado consecuencias aún peores, ya que la res también golpeó al hombre que encontró el cuerpo sin vida de Eskudero, de 59 años.
El alcalde de Orio, José Ángel Zaldua, explicó que este segundo excursionista se encontró en la misma situación que el primero, es decir, con el toro de frente y con intención de atacar. De hecho, lo embistió pero, afortunadamente, pudo zafarse y llamar a SOS Deiak.
Cuando los servicios sanitarios y la Ertzaintza llegaron a la zona de los hechos, el astado también mostró intención de abalanzarse sobre ellos, pero dos baserritarras del cercano caserío Andu consiguieron dominar al animal y amarrarlo. “Ellos mantuvieron al toro fuera de la zona donde estaba el fallecido durante toda la tarde. Es de agradecer la labor que hicieron estas dos personas”, recalcó ayer Zaldua. Posteriormente, se mató a la res de varios tiros disparados con una escopeta de caza.
El primer edil oriotarra describió que el animal pertenecía al caserío Itxaspe y tenía los cuernos recortados, por lo que la muerte de Eskudero se debió a los fuertes golpes que sufrió durante las embestidas.
El fallecido, jubilado como arran-tzale del pesquero San Luis, acostumbraba a pasear por el paraje donde perdió la vida el jueves, acompañado de su perro.
El funeral se celebrará mañana jueves a las 19.30 horas en la parroquia oriotarra de San Nicolás de Bari.