Se busca al tercer atracador de una sucursal de Kutxa en Egia
La Ertzaintza detiene a dos personas que portaban 2.000 de los 50.000 euros del robo
donostia - La Ertzaintza trata de localizar a un hombre que, en la mañana de ayer, atracó una sucursal de Kutxabank en el barrio donostiarra de Egia junto a otros dos compañeros que sí fueron arrestados por la Policía Vasca.
Según ha podido saber este periódico, los hechos ocurrieron sobre las 8.50 horas, cuando las cinco personas que se encontraban en la sucursal se toparon con un hombre en el interior de las instalaciones, que portaba un arma de fuego que no llegó a ser empleada y que también está tratando de ser localizada por la Ertzaintza.
Esta persona contaba con dos cómplices que habrían empleado el método del butrón para acceder a la sucursal, si bien todo parece indicar que el hueco en la pared llevaba hecho desde hace varios días, sin que nadie se percatara de ello.
Los atracadores utilizaron bridas para maniatar a cinco personas y procedieron al robo de 50.000 euros, tras lo que se dieron a la fuga. Según fuentes cercanas a la investigación del caso, en un primer momento, los ladrones se valieron de un piso para esconder el botín.
Sin embargo, horas después del atraco la Ertzaintza localizaba a dos de los ladrones, en posesión de 2.000 euros, por lo que fueron detenidos y acusados de un delito de robo con violencia.
Ahora, la Policía vasca centra sus esfuerzos en localizar a una tercera persona, que portaría los 48.000 euros restantes así como el arma de fuego.
sigilo Los vecinos de la calle Egia no podían creerse que tres personas hubiesen logrado entrar en la sucursal de Kutxabank, hubiesen maniatado a los cinco trabajadores y se hubiesen llevado un botín de 50.000 euros. En los establecimientos contiguos nadie vio ni oyó nada, por lo que el estupor era general entre las decenas de vecinos que comentaban en pequeños grupos los hechos.
“Estoy muy sorprendido porque yo comparto paredes con la Kutxa y no me he enterado de nada. De hecho, hasta que no ha entrado un cliente y me ha contado lo que ha pasado no he sabido nada”, comentaba asombrado el responsable de la ferretería Eizmendi, establecimiento contiguo a la sucursal robada. “Yo suelo llegar a las ocho de la mañana a trabajar así que estaba aquí cuando ha pasado, pero desde luego ruido no han hecho”, señaló este trabajador.
Algo similar les pasó a los responsables del bar Egia, justo en frente de la sucursal atracada. “Estábamos aquí, pero no nos hemos enterado de nada. Hemos visto una ambulancia en el otro lado de la acera, pero resulta que estaba ahí por otra cosa. Y luego, de repente, nos hemos encontrado con que han ido llegando varias patrullas de policía”, relató uno de los camareros.
Tampoco en la Casa de la Fruta se dieron cuenta de lo que ocurría a unos metros de distancia de la frutería. “Estábamos en el almacén, con todo el género y hasta que no hemos visto todo el jaleo no nos hemos enterado de nada”, señalaban.
A quienes sí les costará olvidar lo ocurrido será a las cinco personas que sufrieron en sus carnes momentos de auténtica angustia y miedo durante los minutos que duró el robo.
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